Un tribunal de arbitraje internacional ha determinado que la compañía estatal venezolana PDVSA debe pagar a Exxon Mobile Corp 908 millones de dólares, menos de un 10 por ciento de lo que la petrolera estadounidense reclamó inicialmente.
Según informó hoy el diario «Wall Street Journal», la corte de arbitraje de Cámara de Comercio Internacional, con sede en Nueva York, ha emitido un fallo vinculante en el proceso por el pago de los activos que el Estado venezolano incautó en 2007 a Exxon, tras la nacionalización del sector.
El portavoz de Exxon, Patrick McGinn, dijo en un correo electrónico al diario que la decisión «confirma que PDVSA sí tiene una obligación contractual con Exxon Mobil», y reveló el monto del veredicto, de exactamente 907.588.000 dólares.
La suma supone apenas una décima parte de los 10.000 millones de dólares que reclamó la firma al presentar su petición de arbitraje en 2007, y es muy inferior a los 6.000 millones de dólares que pedía en la actualidad Exxon, después de rebajar la cantidad.
Un analista del banco de inversión venezolano Caracas Capital Markets, Russ Dallen, consideró el dictamen «un lindo regalo de Navidad para (el presidente Hugo) Chávez y Venezuela».
«El veredicto es mucho menos de lo que la gente pensaba. Ciertamente, significa un castigo muy ligero (para PDVSA)», opinó Dallen en declaraciones al rotativo.
No obstante, ambas partes esperan aún un dictamen en otra corte de arbitraje, el Centro Internacional de Arreglo de Inversiones (Ciadi) del Banco Mundial, donde el Gobierno venezolano tiene una veintena de casos pendientes.
En 1997, Mobil (adquirida después por Exxon) y PDVSA acordaron una asociación estratégica para operar un área de la rica Faja Petrolífera del Orinoco en Venezuela, la mayor reserva mundial de crudo con cerca de 300.000 millones de barriles recuperables.
El Gobierno de Chávez decidió en 2007 recuperar la soberanía sobre los recursos petroleros mediante la creación de empresas mixtas en las que PDVSA tiene siempre al menos el 60 % de las acciones, pero ni Conoco ni Exxon aceptaron la fórmula.
Además de por los activos incautados, Exxon busca compensaciones por los aumentos de los impuestos a la extracción de crudo («regalías») que el Estado venezolano instauró en 2004.
El presidente de PDVSA y ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, aseguró en julio pasado que Venezuela pagaría a Exxon Mobil y Conoco-Phillips cuando se fijara «un monto razonable», acordado entre las partes o determinado por un organismo de arbitraje.
A mediados de septiembre la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) ratificó en un comunicado que no mantiene diálogos con Exxon Mobil, fuera de los procedimientos transcurridos y descritos por el arbitraje internacional.