El Congreso reanuda sus labores, pero la crisis rebasa las fronteras de Nicaragua

El Congreso reanuda sus labores, pero la crisis rebasa las fronteras de Nicaragua
. Agencia EFE

El Parlamento de Nicaragua reanudó hoy sus trabajos legislativos con la aprobación de tres préstamos por 48 millones de dólares, tras dos días de disturbios en Managua por una crisis que hoy comenzó a rebasar las fronteras del país.

Simpatizantes del mandatario sandinista, Daniel Ortega, causaron hoy destrozos en ventanales del edificio del Parlamento y permanecieron en el lugar lanzando piedras y bombas artesanales hasta una hora y media después de que los parlamentarios concluyeran la primera sesión tras dos meses de parálisis del Legislativo.

Los legisladores opositores advirtieron de que volvieron a sus escaños en el Congreso «por convicción» y «no por miedo» a los morteros disparados por seguidores del presidente Daniel Ortega que por dos días asediaron el edificio del Parlamento.

«Hemos aprobado las leyes por convicción y no por miedo a los morteros que estaban disparando las turbas que rodeaban el edificio», enfatizó Pedro Joaquín Chamorro, hijo de la ex presidenta Violeta Chamorro y diputado de la Bancada Democrática Nicaragüense, al referirse a los destrozos causados por los manifestantes orteguistas en los ventanales del Parlamento.

Diputados sandinistas a su vez pidieron a sus simpatizantes mantenerse «alertas», «atentos» y «vigilantes» en medio de la crisis, a pesar de la «victoria» que, en su opinión, supuso la reanudación hoy de las labores legislativas.

«El día de hoy ha sido una victoria del pueblo. Los obligaron (a los diputados opositores) a sentarse, pero hay que seguir atentos, hay que seguir vigilantes, no hay que confiarnos ni un tantito», dijo el coordinador del grupo parlamentario oficialista, Edwin Castro, en un mitin a las afueras del Parlamento, tras concluir la sesión.

Los seguidores de Ortega, en ese mitin, vitorearon con gritos y aplausos a los diputados oficialistas, el legislador sandinista Gustavo Porras dijo que estarán «observando» el actuar de sus colegas opositores y no permitirán más que dejen el Parlamento sin funcionar.

Mientras en Nicaragua continúa la pugna que mantienen el oficialismo y la oposición desde que, en enero, Ortega aprobó un polémico decreto para prorrogar el mandato de funcionarios de varios poderes del Estado, a pesar de que la competencia para ello corresponde al Parlamento, la crisis comienza a tener repercusiones fuera del país.

El Gobierno de Nicaragua demandó hoy al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, no inmiscuirse en los asuntos internos de ese país.

Insulza expresó ayer en un comunicado su «profunda preocupación» por los incidentes violentos ocurridos en el Parlamento de Nicaragua, en momentos en que ese edificio se encontraba sitiado por seguidores de Ortega.

El Gobierno sandinista afirmó que el secretario general de la OEA basó sus declaraciones «únicamente en reportes mediáticos parciales, de medios de comunicación enemigos» del pueblo y de su «Gobierno legítimamente constituido».

«El Gobierno de Nicaragua lamenta el profundo desconocimiento acerca de la realidad coyuntural nicaragüense, expresado en dicho comunicado y demanda a Insulza que se abstenga de brindar declaraciones con ribetes injerencistas», subrayó el Ejecutivo de Ortega en un comunicado.

Mientras tanto, dos ex presidentes, un ex primer ministro y tres ex vicepresidentes americanos urgieron hoy al secretario general de la OEA a convocar a una reunión del Consejo Permanente de ese organismo para analizar la crisis que atraviesa Nicaragua.

«Para salvaguardar la democracia, la paz y la estabilidad en Nicaragua», dijeron los políticos en una carta atribuida en al Centro Carter y divulgada en Managua con la firma de los ex presidentes Jimmy Carter (Estados Unidos) y Osvaldo Hurtado (Ecuador) y el ex primer ministro de Canadá Joe Clark, entre otras figuras.

El empresariado nicaragüense y una decena de organismos civiles críticos al Gobierno de Daniel Ortega demandaron también la convocatoria a un diálogo nacional para superar la crisis institucional que atraviesa esta nación centroamericana.

El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham), así como una plataforma de organizaciones críticas con el Gobierno, pidieron la intercesión de la comunidad internacional en la crisis y promover un diálogo entre el Gobierno de Ortega y las diversas fuerzas políticas opositoras.

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