La FAO dice que se puede erradicar el hambre en Latinoamérica y el Caribe

La FAO dice que se puede erradicar el hambre en Latinoamérica y el Caribe
. Agencia EFE

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) finalizó hoy su 31 Conferencia para América Latina y el Caribe con el mensaje de que es posible erradicar el hambre en la región y el compromiso de aplicar más medidas para disminuir el número de quienes sufren este flagelo.

«Hay un cierto consenso en la región respecto al tema de que es posible erradicar el hambre y es necesario hacerlo. Como un continente con superávit, exportador de productos agropecuarios, no podemos seguir presentándonos así», dijo en conferencia de prensa el director para América Latina y el Caribe de la FAO, José Graziano.

«Nosotros creemos firmemente que podemos alcanzar la erradicación completa del hambre para 2025, que es la meta de la iniciativa América Latina sin Hambre, que salió muy reforzada de la conferencia», agregó el funcionario brasileño.

Reforzar las instituciones encargadas de la Agricultura, animar la cooperación Sur-Sur, incentivar la promoción del derecho a la alimentación y reforzar la agricultura familiar como forma de garantizar la seguridad alimentaria hacen parte de algunas de las conclusiones de la conferencia.

El funcionario de la FAO destacó, entre los principales aportes de la reunión, que por primera vez la conferencia ha tenido «poder resolutivo» y vinculante, así como la incorporación «con voz» de la sociedad civil a las reuniones.

«Reafirmamos algunos compromisos importantes en el tema de agricultura familiar y desarrollo rural, y entramos a otros compromisos que van a ser cada vez más importantes en los próximos años, como el cambio climático», indicó.

Con relación a las medidas concretas adoptadas, afirmó que en la reunión, que comenzó el miércoles con la presencia de 242 delegados de 26 países de la región, se ha insistido en políticas como la promoción del derecho a la alimentación.

«Latinoamérica, como tantas otras partes, va en retroceso en relación a la erradicación del hambre, pero es la región que va más adelantada en implementar el derecho a la alimentación», dijo.

También se ha reafirmado la agricultura familiar, el «cliente preferencial» de la FAO, y la necesidad de promover políticas, soportes y mecanismos participativos para su avance, al igual que el tema del desarrollo rural.

Se habló sobre la necesidad de reforzar las instituciones relacionadas con la Agricultura, desde ministerios a institutos técnicos, en momentos en que es necesario el desarrollo de semillas de buena calidad.

«Las dificultades de tener semillas de buena calidad fue un tema recurrente en todas las regiones, todos los países tienen eso como algo por hacer de inmediato, eso requiere mucha inversión, no se hace del día a la noche», dijo, por su parte, la presidenta de los embajadores del Grupo de Países Latinoamericanos y del Caribe (Grulac), María del Carmen Squeff.

Agregó que los países con centros tecnológicos en la región con capacidad para desarrollar este tipo de productos ofrecieron su colaboración para cooperar con el resto de naciones en un marco de ayuda Sur-Sur con la FAO como «vehículo» de transmisión.

El responsable regional del organismo dijo que tanto el Caribe como Suramérica y Centroamérica, cuyos países se reunieron de forma independiente en la reunión, llamaron la atención sobre la necesidad de ejecutar inversiones para hacer frente a los efectos del cambio climático.

«Esos temas van a requerir inversiones pesadas y (…) asistencia técnica», indicó el especialista sin precisar la cifra a la que podría ascender ese gasto.

Graziano señaló que también se trató la necesidad de «crear capacidades no sólo desde el lado técnico, sino desde el lado financiero» con programas de microcrédito, que «tienen mucho éxito», dijo, y habían estado «bastante olvidados en los últimos años».

Recordó que ahora la tarea principal radica en revertir la tendencia de aumento del número de hambrientos en la región, que ahora mismo suma 53 millones frente a los 45 millones de 2005, a pesar de que durante este año probablemente «se contabilice un aumento aún mayor», algo que, en su opinión, es posible.

«De la misma manera con que perdimos en tres años lo que habíamos ganado en quince estamos en condiciones de recuperarlo», dijo.

«No estamos hablando de mandar un cohete a la Luna, estamos hablando de erradicar el hambre, que es algo más sencillo», agregó.

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