La familia de Ariel Sigler desea que el Gobierno le conceda un permiso especial para ser tratado en el extranjero

La familia del preso político cubano Ariel Sigler Amaya, que va a ser puesto en libertad provisional este sábado por las autoridades cubanas, desea que el Gobierno de la isla le conceda un permiso especial para que pueda ser tratado en el extranjero de las múltiples enfermedades crónicas y la malnutrición aguda que padece.

Ni las autoridades cubanas ni la Iglesia Católica cubana se han puesto en contacto con los familiares de Sigler, informó esta madrugada a Europa Press su hermano Juan Francisco Sigler. «Todo es una nebulosa, lo único que sabemos es a través de otros hermanos de la oposición. No sabemos qué van a hacer las autoridades con él, si lo traerán aquí a alguno de los hospitales de la provincia de Matanzas (oeste), si lo llevarán a algún lugar especial para que reciba tratamiento médico sin que la prensa pueda tener acceso a él o si le permitirán regresar a su domicilio», en la localidad de Pedro Betancourt, agregó.

Sigler Amaya, de 47 años, fue encarcelado en el año 2003 durante la denominada ‘Primavera Negra’ cubana. Tras sufrir una caída que desde entonces le mantiene parapléjico, en septiembre de 2008 las autoridades le trasladaron desde el centro penal de la provincia de Cienfuegos en el que se encontraba recluido a un hospital de La Habana. Según su hermano, Ariel padece malnutrición aguda y cinco enfermedades crónicas «que podrían dar al traste con su vida».

La familia cree que la decisión de ponerle en libertad provisional se debe a su crítica condición y a la presión internacional que recae sobre el Gobierno cubano desde la muerte del preso político Orlando Zapata Tamayo el pasado mes de febrero.

«Se trata de una medida de última hora, pensando en que la situación de Ariel podría desembocar en un fatal desenlace», indicó Juan Francisco Sigler. «Dentro de todos los presos de conciencia, Ariel es el único que permanece en una silla de ruedas. Es el que se encuentra en un estado más grave y creemos que las autoridades han decidido concederle la licencia extrapenal debido a que temen su muerte», señaló el mayor de los hermanos Sigler.

«A ver si pudiera obtener un visado especial para ir al extranjero para recuperarse, ya sea en Estados Unidos, en España o dónde sea porque aquí en Cuba ya está demostrado que los médicos no pueden recobrar su salud», indicó el hermano del que va a ser el primer preso político puesto en libertad desde la intermediación de la Iglesia cubana.

Juan Francisco Sigler señaló que la familia está «contenta» ante la posibilidad de la liberación provisional de su hermano, pero no feliz. «No estamos felices, esto simplemente es un punto de esperanza entre toda la desgracia y el terrible estado de salud en el que se encuentra».

Además, el mayor de los Sigler agradeció de forma entusiasta al periodista opositor Guillermo Fariñas por la huelga de hambre que inició hace más de 100 días para solicitar la excarcelación de los 26 presos políticos que, como Ariel, se encuentran en peor estado de salud. «El hermano Fariñas es un gran patriota y un símbolo dentro de la actitud contestataria que existe en nuestro país. Sin duda esto ha sido posible gracias a él», apostilló.

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