La consejera de Justicia, Montserrat Tura, informó hoy de que ya tienen identificadas a nueve víctimas del arrollamiento de un tren en Castelldefels Platja la noche de San Juan, de las 13 víctimas mortales que causó el accidente.
En una comparecencia ante los periodistas, Tura dijo que se trata de ocho hombres y una mujer: cinco ecuatorianos, dos bolivianos y dos colombianos, de edades comprendidas entre los 17 y los 40 años.
El hecho de que las personas identificadas fueran en su mayoría sudamericanos se debe que en las playas aledañas a la estación de Castelldefels Platja se había convocado una celebración «salsa Latina» para la verbena de San Juan, según apuntó la consejera.
Añadió que tardarán días en identificar a una de las víctimas, la última que se encontró ayer –los forenses identificaron otro cuerpo entre los restos de las otras víctimas en el Instituto de Medicina Legal de Cataluña–, por el estado en que se encontraba su cadáver. En este caso, lo más probable es que haya que recurrir a las pruebas de ADN.
La identificación de tres de las víctimas está «bastante orientada» y existen «signos indirectos» para poder saber más datos durante el día de hoy.
La consejera destacó la necesidad de trabajar poco a poco y con cuidado en las tareas forenses, ya que no se trata sólo de conocer el color de la ropa, facilitada por los familiares, sino que es necesario ser preciso en los trabajos científicos.
Tura comprendió que «la espera es muy tensa» para las familias, pero insistió en primar hacerlo más bien que rápido. Aseguró que serán los parientes quienes, en cuanto el Juzgado de Instrucción de Gavà dé por buenas las pruebas científicas practicadas y lo autorice, serán los primeros en tener noticias de los fallecidos.
En este sentido, sostuvo que las personas muertas «continúan teniendo dignidad», por lo que el protocolo se hace con el máximo respeto.
La consejera remarcó que, a pesar de ser una situación «dramática», el comportamiento de las familias está siendo «correcto, excelente, extraordinario y admirable». Subrayó que, si bien pueden pensar que han pasado muchas horas y no han ayudado, su colaboración ha sido «imprescindible».
El protocolo activado está formado por policía de investigación y científica, así como por forenses, tanto médicos como antropólogos.