La cifra de emigrantes españoles que regresaron a España el año pasado se mantuvo estable respecto a periodos anteriores pese a la crisis económica, de modo que volvieron ‘a casa’ un total de 31.689 nacionales, unas 300 personas más que en 2008.
Según cifras oficiales a las que ha tenido acceso Europa Press, de los 31.689 españoles que volvieron al país el año pasado, algo más de la mitad (15.970) habían estado viviendo en América, principalmente en la zona central y del sur, de dónde procedían 13.037 emigrantes.
Asimismo, retornaron 10.331 españoles que vivían en países de la UE, unos 2.200 procedentes de países de la Europa no comunitaria, 1.436 desde Asia y 1.341 personas residentes en Africa, el continente desde donde se ha experimentado un mayor incremento de los retornos, que no llegaban al millar un año antes.
No obstante, las cifras se mantienen estables en comparación con las de 2007 y 2008, cuando regresaron 35.129 y 31.388 españoles, respectivamente, y sensiblemente más bajas que las registradas en 2005 y 2006, cuando en total, más de 74.000 españoles decidieron volver a su país desde distintas partes del mundo.
Para el presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior y responsable de su delegación en Suiza, Francisco Ruiz Vázquez, el impacto que la crisis económica ha tenido en los inmigrantes que están en España no es comparable al de los españoles que se encuentran en el exterior porque «son realidades muy distintas».
En declaraciones a Europa Press, Ruiz Vázquez explicó que los españoles que regresan, especialmente los que vuelven del resto de Europa, son en su mayoría «personas de una cierta edad, que si bien no han llegado a la jubilación, no esperan a llegar a los 65 para retirarse o se han acogido a algún plan de despido en su empresa».
De hecho, el responsable del CGCE apunta que «muchas empresas han cerrado en toda Europa» por la crisis económica, pero en muchos casos, adoptando «planes de jubilación anticipados que dan, ya sea de la caja de las pensiones o de un fondo especial creado para ello, una pensión puente para que el trabajador esté cobrando hasta cumplir los 65, de forma que no quedan en el paro».
«La cifra se mantiene estable porque el impacto severo llegaría si no se hubieran producido acuerdos en las empresas con los sindicatos para realizar jubilaciones anticipadas en lugar de despidos», señaló.
En su opinión, este tipo de «ventajas» ha podido influir en que los españoles que se han encontrado con la crisis económica en el extranjero hayan decidido no regresar. Esto, sumado al hecho de que «muchos tienen familia», por lo que «van y vienen», o reciben «alguna prestación» en el país de residencia, hace que en este caso, el axioma crisis-retorno no esté tan claro.