La Fiscalía mexicana investiga si una cárcel liberó temporalmente a reclusos para que cometieran una masacre

El Gobierno mexicano reveló este domingo que investiga si los autores de una masacre en la que a mediados de julio fallecieron 17 personas fueron unos reclusos que habrían sido liberados temporalmente por parte de las autoridades de su prisión, que además les habrían facilitado armas y automóviles oficiales para que pudieran realizar los asesinatos.

El portavoz de la Procuraduría General de la República (un organismo homologable a la Fiscalía General del Estado española), Ricardo Nájera, informó de que presos de la cárcel de Cereso, situada en el estado de Durango (centro-norte) han sido imputados como presuntos responsables de la muerte el pasado día 18 de julio de 17 personas en la localidad de Torreón, situada en el estado de Coahuila (norte)

Según la información disponible ahsta ahora, la Fiscalía investiga denuncias procedentes de presos de Sereso que denuncian que la directora de este centro, Margarita Rojas, permitía a algunos reclusos salir temporalmente de prisión para ejecutar venganzas.

«Se les permitía salir de prisión y utilizar armas de los custodios para realizar esas ejecuciones utilizando vehículos oficiales para su traslado y ocupando las armas de los custodios para los asesinatos», afrimó Nájera en declaraciones recogidas por el diario ‘El Universal’.

«Los delincuentes cumplían sus ejecuciones como parte de ajustes de cuentas contra integrantes de miembros rivales vinculadas con la delincuencia organizada. Por desgracia, en dichas ejecuciones los delincuentes también asesinaron cobardemente a civiles inocentes para regresar posteriormente a sus celdas», añadió Nájera.

Por el momento las autoridades han tomado declaración a Rojas, al jefe de seguridad y vigilancia del centro y al subdirector de la prisión.

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