La Delegación del Gobierno en Melilla ha asegurado que la actuación policial contra un ciudadano marroquí en la frontera fue «proporcionada» después de que este individuo agrediera a una agente del Cuerpo Nacional de Policía que controlaba el paso de personas desde Marruecos y posteriormente a un agente de la Guardia Civil que fue a socorrerla.
El representante de la Administración central en Melilla sale así al paso de la queja oficial del Ministerio de Exteriores de Marruecos, que convocó este lunes al embajador español en Rabat, Luis Planas, para expresarle la «fuerte indignación» de las autoridades del reino alauí por el hecho de que las fuerzas de seguridad españolas, «una vez más», hayan recurrido a «la inaceptable violencia física» en la frontera, según denunciaron en un comunicado del Ministerio de Exteriores.
A través de una nota de prensa, la Delegación del Gobierno subraya que según los informes facilitados por la Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de Melilla y la Comandancia de la Guardia Civil, los hechos ocurrieron alrededor de las 12,30 horas de este lunes, cuando el paso fronterizo de Farhana se encontraba en plena actividad.
Explica que una funcionaria del CNP, que se encontraba prestando servicio en dicho puesto fronterizo, se situó delante del torno de entrada para impedir que un grupo de personas accediese a territorio español de forma incontrolada.
«En ese momento –asegura la Delegación del Gobierno– la funcionaria fue agredida, recibiendo un golpe en el rostro, propinado por un individuo que fue posteriormente identificado como M.B., de 36 años, con pasaporte francés y residencia en Melilla».
Según la citada fuente, la agente de Policía agredida solicitó ayuda, que le fue prestada por un agente de la Guardia Civil que se encontraba realizando el control de entrada de vehículos.
«El agresor –resalta el organismo oficial– persistió en su actitud, forcejeando y escupiendo al guardia civil, que sufrió traumatismo leve en el brazo derecho, hasta que fue finalmente reducido, detenido y conducido al hospital comarcal, donde fue asistido, para posteriormente ser trasladado a las dependencias del CNP y puesto a disposición de la autoridad judicial».
La agente de Policía, así como el guardia civil, recibieron también asistencia médica, aunque ninguno de los implicados sufrió lesiones de gravedad.
La Delegación del Gobierno ha destacado que «se trata, por tanto, de un incidente puntual en el que se produjo una actuación proporcionada por parte de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ante la agresión injustificada, a manos de un transeúnte, sufrida por una funcionaria del Cuerpo Nacional de Policía».
Por su parte, el Gobierno de Melilla (PP) ha demandado al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación que investigue el incidente en la frontera de Farhana que ha motivado la queja oficial de Marruecos y ha defendido «la actuación eficaz, eficiente y diligente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que prestan sus servicios en la frontera de Melilla».
En declaraciones a los periodistas, su presidente en funciones, Miguel Marín, cree que antes de que se hubieran emitido los comunicados de prensa de los ministerios de Exteriores de ambos países «tanto Marruecos como España deberían haber investigado mejor lo ocurrido antes de lanzar notas oficiales con versiones equivocadas».
Marín acusó al delegado del Gobierno en Melilla, Gregorio Escobar, de «hacer dejación de funciones» por el caos diario que se vive en los puestos fronterizos y resaltó el gran esfuerzo que hacen la Policía Nacional y la Guardia Civil para atender el paso diario de 30.000 personas y 4.000 vehículos.