El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, fue recibido hoy por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, con quien discutió diversos asuntos de la agenda regional, como el conflicto entre Colombia y Venezuela, país del que dijo que «tiene derecho a defenderse de agresiones».
Tras el encuentro con Lula, que duró alrededor de 90 minutos, el ministro cubano confirmó a periodistas que la ruptura de relaciones entre Venezuela y Colombia fue uno de los asuntos tratados y achacó la responsabilidad del conflicto a Estados Unidos.
La reunión ocurrió en vísperas de que Lula viaje a Caracas para uno de sus habituales encuentros trimestrales con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y a Bogotá, para asistir a la investidura del nuevo mandatario colombiano, Juan Manuel Santos.
En ese contexto, Rodríguez afirmó que «las bases militares de Estados Unidos en Colombia, el crecimiento del presupuesto para operaciones en América Latina y el Caribe, el golpe de Estado en Honduras, la doctrina militar que incluye intervenciones en la región y la VI Flota son un peligro para la estabilidad y la paz».
Según el canciller cubano, todo eso «lastima la soberanía» de los países latinoamericanos, tras lo cual citó el caso de Venezuela, del que dijo que «tiene todo el derecho a defenderse de amenazas y provocaciones».
Rodríguez apuntó que «es conocida la relación estrecha» entre los Gobiernos de Raúl Castro y Hugo Chávez y reiteró que «en caso de que Venezuela sea agredida, es obvio cual será la posición de Cuba».
También reiteró que su país está dispuesto a discutir con Estados Unidos «sobre cualquier tema, sobre bases recíprocas y de pleno respeto a la soberanía», y recordó que Cuba presentó una oferta de diálogo en junio pasado que «aún no ha sido respondida».
Otro asunto tratado en la reunión con Lula, aunque no quedó claro en qué profundidad, fue el relativo a los derechos humanos en Cuba y el reciente viaje a España de veinte disidentes que estaban encarcelados.
El canciller insistió en que Cuba «no acepta el concepto de disidentes», pues se trata de «personas que han cometido delitos» al «servicio de las políticas de Estados Unidos» y han «sido juzgadas en tribunales ordinarios» mediante «procesos civiles».
Según Rodríguez, la excarcelación fue producto de «una decisión soberana» y «generosa» del Gobierno cubano y de una «Revolución que es sólida y es fuerte», tomada tras «un proceso constructivo de diálogo con la Iglesia», en el que ha habido «intercambios con otros países amigos, incluido Brasil».
El canciller mencionó además que, en el encuentro con Lula, se trataron otros asuntos de interés bilateral, tanto político como económico y comercial.
«Hemos tratado todos los temas de interés» entre dos países que tienen una «relación histórica y estrecha» como Brasil y Cuba, dijo Rodríguez sin más precisiones.