Zozobra, daños y rechazo en Colombia por el atentado con coche bomba en Bogotá

Zozobra, daños y rechazo en Colombia por el atentado con coche bomba en Bogotá

Policías colombianos examinando los alrededores del lugar donde un coche-bomba explotó en la madrugada de este jueves en Bogotá. EFE

EFE/Archivo

Zozobra entre la población, cuantiosos daños materiales y el rechazo generalizado dejó hoy la explosión de un coche bomba en Bogotá contra un complejo de edificios que albergan, entre otras empresas, Caracol Radio y la Agencia Efe en Colombia.

El último balance del Sistema Distrital de Prevención y Atención de Emergencias señaló que 808 personas resultaron afectadas, en 424 viviendas se registraron daños y 36 personas resultaron heridas, aunque todas fueron dadas de alta.

La acción terrorista también causó daños en 124 locales comerciales, decenas de oficinas y en 18 vehículos.

Al final del día un grupo de personas, entre ellas un significativo número de periodistas, participaron en un plantón en la plazoleta del edificio en rechazo al ataque perpetrado con una carga de 50 kilogramos de explosivo anfo.

La acción terrorista se produjo en torno a las 05.30 hora local (10.30 GMT), hora en la que las actividades cotidianas no habían comenzado y que impidió que las consecuencias de la explosión fueran mayores.

El área comprende la zona financiera del norte de Bogotá, colegios, edificios, viviendas y diversos comercios a los que acuden gran cantidad de empleados, alumnos, compradores y transeúntes y es, además, una de las calles con más tránsito de vehículos de servicio público y privado.

Las autoridades investigan quién puede estar detrás de este atentado y hasta el momento ningún grupo armado se ha atribuido la acción terrorista.

Para cometer el atentado, los terroristas usaron un auto Chevrolet Swift 1994 de color gris que habría sido activado a través de un teléfono móvil.

La acción desestabilizadora se produjo cinco días después de la investidura de Juan Manuel Santos como presidente de Colombia, quien de inmediato se trasladó a la zona.

«Como todo acto terrorista, lo que quieren es perturbar, generar miedo en la población. No lo van a lograr, todo lo contrario. Nos recuerda que no podemos bajar la guardia, el país debe estar absolutamente tranquilo», dijo Santos.

También confirmó que no hubo víctimas mortales y detalló que los edificios afectados, que albergan en conjunto más de 1.000 predios, sufrieron daños materiales, pero «no estructurales».

Las autoridades tratan de establecer ahora si el atentado estaba dirigido a amedrentar a los medios de comunicación, en particular a Caracol Radio, del español Grupo Prisa, cuyas instalaciones han sufrido destrozos.

Ni el personal de la agencia Efe en Bogotá ni sus instalaciones, situada en el conjunto afectado, sufrieron daños a causa de la potente explosión por encontrarse en la parte trasera al lugar donde explosionó el coche bomba.

En el complejo también tiene una oficina el ex presidente liberal César Gaviria y funcionan sucursales de los bancos Bancolombia y BBVA, que a su vez sufrieron desperfectos.

Tras la explosión, las reacciones de condena no se hicieron esperar.

La ONU condenó el atentado y a través del representante en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Christian Salazar, expresó su solidaridad.

«Me siento aliviado porque este atentado no ha producido víctimas fatales», dijo el funcionario.

Por otro lado, el ex candidato presidencial colombiano Gustavo Petro, del izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA), afirmó que el atentado busca obligar al presidente Santos a asumir la postura de su antecesor, Álvaro Uribe.

«Me atrevo a afirmar que la bomba tiene un claro objetivo, llevar al actual Gobierno a la postura del anterior», expresó Petro en un mensaje en su perfil de la red social Twitter.

Entre tanto, la Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper) calificó la acción terrorista como un «atentado contra la libertad de expresión».

Sobre el hecho, el experto en Seguridad Nacional y profesor de la Universidad Externado de Colombia, Jairo Libreros, consideró que las FARC, acompañadas del crimen organizado, estarían detrás del ataque.

Señaló que él cree que este acto terrorista buscó enviar un mensaje claro al Gobierno del nuevo presidente Juan Manuel Santos, en el sentido de que las FARC siguen presentes.

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