Un trastorno por estrés postraumático y cierta «cercanía ideológica» con los secuestradores, un situación similar al Síndrome de Estocolmo generada por un periodo prolongado de cautiverio, son los problemas mentales que podrían presentar los miembros de la ONG Barcelona Acción Solidaria Roque Pasqual y Albert Vilalta, retenidos durante casi nueve meses en Mauritania por Al Qaida del Magreb y cuya liberación se ha confirmado este lunes.
Así lo ha explicado a Europa Press el psiquiatra José Cabrera, quien ha pedido estar «muy atentos a las primeras declaraciones que realicen» Pasqual y Vilalta para poder conocer con la mayor exactitud su estado anímico.
«Han pasado miedo a morir, que siempre deja una huella llamada trastorno por estrés postraumático, como el que les ocurrió a los afectados del 11-S o el 11-M», indica este experto.
El trastorno por estrés postraumático se manifiesta con dificultades para dormir y conciliar el sueño, pesadillas recurrentes, sensación de sentirse observados y «miedo constante a que pase algo malo». Estos problemas, según Cabrera, «se solucionan con apoyo profesional, de amigos y de familia».
«Después habrá que valorar hasta qué punto se ha desarrollado en ellos una pseudoamistad con los secuestradores, ya que son personas solidarias que han vivido mucho tiempo con ellos y han conocido de primera mano su entorno de miseria», indica este psiquiatra, quien puntualiza que, en cualquier caso, el problema «no llegará a ser un Síndrome de Estocolmo».
No obstante, advierte de que se trata «de adultos con una personalidad establecida y fuerte, ya que trabajan para una ONG, y que por su carácter altruista habrán podido aguantar mejor las condiciones del secuestro». Además, al no haber estado confinados en un zulo, como suele ocurrir con los secuestrados de ETA, «se ahorrarán los efectos de la agorafobia».
