El ministro francés de Inmigración, Eric Besson, ha defendido hoy ante la Comisión Europea (CE) la legalidad de las medidas de deportación sistemática de miles de gitanos búlgaros y rumanos a sus países de origen.
La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, y la titular de Justicia, Viviane Reding, han recibido en Bruselas a Besson y al secretario de Estado de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, en la primera reunión formal entre el Elíseo y la CE para tratar el asunto de las expulsiones francesas de gitanos.
Tanto a Malmstrom como a Reding les han hecho llegar un informe exhaustivo sobre las deportaciones para que estudien si ha podido ser conculcado algún artículo de la directiva europea de 2004 sobre libre circulación de ciudadanos comunitarios.
Bruselas, que incluirá en esa información al análisis político y jurídico que preparan los servicios jurídicos de la CE esta semana, no descarta pedir más detalles a París si lo considera necesario, ha explicado a Efe el portavoz Matthew Newman.
Tras la reunión, que según todas las partes ha sido «constructiva», Besson ha defendido ante la prensa la compatibilidad de las deportaciones con el derecho comunitario, la legislación francesa e, incluso, con «los valores de la República», y ha afirmado que se ha seguido «escrupulosamente» la letra de la ley.
En ese mismo sentido, el representante del Elíseo ha afirmado que ni en la directiva comunitaria sobre libre circulación de ciudadanos comunitarios ni en el Tratado de Lisboa existe ningún artículo que afirme que esa libertad equivalga «a la regularización de todos los ciudadanos comunitarios en situación irregular».
Y es que la normativa europea prevé ciertas excepciones a la libertad de circulación como la amenaza reiterada para el orden público, ser una carga para la Seguridad Social o no tener recursos suficientes para mantenerse en el país de acogida.
Besson ha negado que Francia haya llevado a cabo «expulsiones colectivas» y ha afirmado que detrás de cada deportación se encuentra una decisión judicial.
La libertad de circulación no puede ser «incondicional», ha señalado el ministro «y menos servir como pretexto para la realización de actividades ilícitas y, en particular, el tráfico de seres humanos».
Finalmente, Besson ha calificado de «inaceptables» las «caricaturas» de la prensa mundial sobre las expulsiones realizadas por su país y ha añadido que ningún miembro de su Ejecutivo ha pronunciado una expresión que estigmatice a los romaníes.
El secretario de Estado francés de Asuntos Europeo se ha reunido esta tarde con representantes de todos los grupos políticos de la Eurocámara para informarles igualmente de la polémica medida francesa.
Besson volverá a encontrarse con la comisaria Malmstrom en la reunión informal convocada por el gobierno francés la próxima semana en París para tratar sobre la integración de los romaníes a la que también ha sido invitada España, Italia, Estados Unidos y Canadá.
Por su parte, la comisaria Reding se ha reunido también hoy con con una delegación de secretarios de Estado del gobierno rumano que le han hecho llegar a Malmstrom sus quejas por las deportaciones y por el hecho que los rumanos expulsados no contaran con antecedentes penales, han explicado a Efe fuentes europeas.