El presidente de Chile, Sebastián Piñera, pidió este viernes a la oposición y a la Iglesia Católica que colaboren con el Gobierno en la gestión de la crisis con los 32 presos mapuches que hace dos semanas se declararon en huelga de hambre para protestar contra la Ley Antiterrorista, un vestigio del código penal de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), a los que ayer se unieron otros dos indígenas en solidaridad con sus compañeros.
Según explicó la ministra portavoz del Gobierno, Ena von Baer, el mandatario se mostró «muy fuerte» al solicitar a los líderes de la opisición que colaboren para zanjar el conflicto con los mapuches y conseguir que abandonen el ayuno «porque la primera preocupación de todos es la salud y la vida de las personas».
«El Gobierno va a proteger la vida de todos los chilenos con la misma fuerza con que hemos luchado por salvar la vida de los mineros. Vamos a tener la misma actitud para salvar la vida de los que a través de una huelga de hambre pueden atentar contra su integridad física o su propia vida», dijo Piñera.
Con este objetivo, el mandatario anunció que la próxima semana presentará en el Congreso un proyecto para modificar la Ley Antiterrorista y restringir el ámbito de aplicación de la Justicia Militar en el ámbito civil «de modo que sea más consistente y compatible con una democracia y con un Estado de Derecho».
Esta oferta de Piñera fue aceptada por el resto de fuerzas políticas. Así, la Concertación, principal fuerza opositora, expresó su disposición «a «apoyar la creación de una instancia de diálogo que establezca puentes con los comuneros y que ayude a generar un clima positivo en torno a la agenda legislativa», según indicó la portavoz, Carolina Tohá.
En la misma línea reaccionó el líder de Renovación Nacional (RN), Carlos Larraín, quien apuntó que su formación «está a favor de que se haga todo lo que sea necesario para evitar un desenlace trágico, incluyendo una modificación legal si hiciera falta». También manifestó su apoyo el presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Juan Antonio Coloma, al asegurar que esperará «con la mejor disposición» la reforma anunciada por el Gobierno.
Además, el mandatario extendió esta petición a la Iglesia Católica en Chile, a la que consideró un actor fundamental para conseguir que los mapuches de las cárceles de Biobio y Araucanía, ambas en el centro del país, depongan el ayuno. «Quiero pedirle a todas las personas de buena voluntad y muy especialmente a la Iglesia y a las iglesias en general que nos ayuden para que esta huelga de hambre sea depuesta», señaló.
LA PROTESTA
Este grupo de indígenas fue arrestado en el marco de la Ley Antiterrorista durante diversos hechos violentos en la región de Araucanía, donde los mapuches mantienen una lucha por el reconocimiento de sus tierras que provocó la militarización de la zona en 2009.
Los indígenas se consideran presos políticos y se niegan a ser procesados a través de tribunales militares, aunque su principal exigencia al Estado chileno es que se ponga fin a la aplicación de la Ley Antiterrorista en sus causas.
La Ley Antiterrorista fue sancionada durante la dictadura del general Augusto Pinochet para perseguir a sus opositores, pero los gobiernos de izquierda de la Concertación no la derogaron y la continuaron aplicando para algunos crímenes, a pesar de que la ONU ha criticado esta normativa porque discrimina a las comunidades indígenas.
El pueblo mapuche representa casi el 10 por ciento de la población chilena y sus principales asentamientos se encuentran en Araucanía, a unos 600 kilómetros al sur de Santiago. Los indígenas denuncian que en esa región tienen tierras que les pertenecen desde antes de la colonización española, las cuales, según ellos, les fueron arrebatadas.