El periodista y analista William Grigsby, de reconocida militancia sandinista, declaró al portal El 19 Digital que la lucha es por el control de las calles
La lista se titula ‘Nicaragua’s most wanted’ y va encabezada por el presidente del país. Tiene su lógica, porque Nicaragua no es una democracia. Todos los poderes del Estado están controlados por dos personas, el sandinista Ortega, y el opositor Arnoldo Alemán.
El documento, elaborado por el FBI con los nombres de los criminales más buscados, enumera asesinatos, robo de caudales públicos, extorsiones, amenazas y abuso de poder atribuidos a Ortega, Alemán y al gubernamental Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que en 1979 derrocó al dictador Anastasio Somoza.
Del presidente sandinista Daniel Ortega, se sabe casi todo, incluido que violó a su hijastra Ziola América durante décadas. Del opositor Arnoldo Alemán, expresidente de Nicaragua, que no cumple cárcel porque en el país centroamericano no hay justicia independiente.
Todo y mucho más, figura en un cable de la embajada de Estados Unidos en Managua, remitido a la Administración Obama en Washington.
LA LEY POR MONTERA
Simpatizantes y adversarios del presidente Daniel Ortega marchan este sábado para mostrar fuerzas en las calles de la capital, en un ambiente crecientemente polarizado por la aspiración del mandatario de ser reelegido en las elecciones de noviembre.
Los dos bandos, que movilizarán gente de distintos puntos del país hacia Managua, fueron autorizados por la Policía para manifestarse el mismo día y casi a la misma hora a favor y en contra de Ortega, pese al temor de distintos sectores de que ocurran enfrentamientos.
La Policía exigió a los grupos cívicos contrarios a Ortega un cambio de ruta de su protesta, pero mantuvo la trayectoria de los seguidores del gobierno argumentando que ellos solicitaron permiso antes que la oposición, lo que éstos niegan.
Pero las organizaciones que convocaron a la marcha opositora rechazaron tal exigencia y reiteraron que se congregarán en la plaza de las Victorias, que ellos llaman del ‘fraude’ y solicitaron a las autoridades garantizar su seguridad.
Piquetes de seguidores del gobierno izquierdista se plantaron un día antes con potentes equipos de sonido e instalaron tarimas en el lugar escogido originalmente por los opositores como punto de reunión para marchar.
Pese al despliegue sandinista, los líderes de los grupos cívicos opositores dijeron que «la marcha contra la reelección va» y que «las tácticas de amedrentamiento del gobierno de Daniel Ortega no nos harán retroceder».
«Vamos a ejercer nuestro derecho a movilizarnos en las calles (…) sin miedo y de manera cívica y pacífica, por lo que pedimos que no porten ningún artefacto prohibido por la ley, (…) nuestra fuerza es la voz de la razón y de la justicia».
La dirigente del Movimiento Autónomo de Mujeres, Juana Jiménez, dijo que ellos «jamás» han aceptado la ruta alterna anunciada por la policía.
Jiménez demandó a la Policía que convenza a los sandinistas de cambiar su trayecto, ya que fueron ellos los que al conocer que los opositores iban a marchar, convocaron a una caminata y festival ‘por la paz y la vida’.
Los sandinistas convocaron a congregarse a partir de las 07H00 locales (13H00 GMT) y los opositores dos horas después.
Las posiciones encontradas de los bandos preocupan a la iglesia, empresarios y grupos de derechos humanos, que llamaron a Ortega a pedir a sus seguidores que cambien su lugar de reunión.
No obstante, los medios oficiales mantuvieron el llamado a los simpatizantes sandinistas a asistir a la marcha, sin variar la hora ni punto de encuentro.
El periodista y analista William Grigsby, de reconocida militancia sandinista, declaró al portal El 19 Digital que la lucha es por el control de las calles, que es donde se empieza a perder o a ganar el poder.
«Ellos quieren adueñarse de las calles para arrebatarle el poder a la gente, y la gente no se va a dejar arrebatar el poder».
Grigsby dijo que en las elecciones se compite por el poder, pero los jefes de la oposición «no quieren ir ya (a los comicios) porque saben que van a perder, quieren arrebatar en las calles lo que no pueden ganar en las urnas».
Ortega, quien lidera las encuestas frente a una oposición dividida, buscará un nuevo mandato en las elecciones, tras superar una prohibición constitucional que le impedía postularse, mediante polémicas maniobras de sus seguidores en la Corte Suprema y el Congreso.