La familia del general chileno Carlos Prats ha confesado sentirse «impactada» por el asesinato de Enrique Arancibia Clavel, un exagente de los servicios de Inteligencia del régimen Augusto Pinochet (1973-1990), quien apareció muerto en su oficina en la capital argentina.
El cadáver de Arancibia Clavel fue hallado por un amigo en su oficina de Buenos Aires con alrededor de 20 puñaladas. El exoficial de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) se encontraba en libertad condicional tras ser condenado en 2004 a doce años de prisión por el homicidio en Buenos Aires de Prats y su esposa, Sofía Cuthbert.
Cecilia Prats, hija del exmilitar de la DINA, ha anunciado que la familia no hará declaraciones sobre este hecho que ha acaparado la atención de la opinión pública tanto en Chile como en Argentina. «Estamos demasiado impactadas, es una decisión de familia», ha dicho en declaraciones a Radio Bío-Bío.
Según fuentes del caso citadas por la agencia oficial argentina Télam, la muerte no sería reciente porque aparentemente había manchas de sangre seca y el cuerpo estaba tendido boca abajo frente a la puerta de entrada a la oficina, que no presentaba señales de violencia.
Guillermo Mario Eisler, abogado del consorcio de edificio donde estaba la oficina, ha señalado que al parecer el crimen fue cometido durante la mañana del jueves y ha agregado que en el lugar faltaban fajos de dólares y pesos que Arancibia Clavel guardaba en la oficina.
Prats había sido comandante del Ejército de Chile de 1970 a 1973, durante el gobierno del presidente socialista Salvador Allende y cuando fue asesinado en 1974 estaba exiliado en Argentina.