Desarticulada una red que traía subsaharianos a España para obligarles a trabajar en condiciones infrahumanas

La Policía Nacional y la Policía Municipal de Madrid han desarticulado una red transnacional que traía subsaharianos a España para obligarles a trabajar en condiciones infrahumanas, además de hacerles vivir en un ‘piso patera’ en la capital, según ha informado este domingo la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

La investigación comenzó a primeros de año, cuando varias informaciones llevaron a los agentes hasta una vivienda del madrileño distrito de Carabanchel en la que residían un elevado número de individuos. «Estas personas convivían completamente hacinadas y en condiciones infrahumanas y de total insalubridad», asegura la Policía.

Tras varias gestiones, los investigadores comprobaron que los allí residentes eran personas de origen subsahariano en situación irregular. Para solucionar su situación administrativa, se tramitaban las correspondientes solicitudes presentando el certificado de empadronamiento en dicha vivienda. Por todo ello pagaban unos 200 euros mensuales al propietario del ‘piso patera’ y a uno de los cabecillas de la organización, Tanor M. M.

Este individuo captaba a las víctimas en los estratos sociales y económicos más bajos de varios países subsaharianos, principalmente en Senegal. Con la promesa de un trabajo digno y bien remunerado, viajaban hasta España a cambio de una importante cantidad de dinero que debían pagar a la organización una vez en el país. La deuda contraída, que podía ascender hasta los 3.000 euros, convertía a estas personas en víctimas a merced de la red en un régimen de semiesclavitud.

El trabajo a realizar no tenía nada que ver con un empleo digno y remunerado. Estas personas eran obligadas ‘trabajar’ en la calle para la venta de productos falsificados como ropa, complementos o perfumes de marcas de reconocido renombre como Lacoste, Carolina Herrera, Tommy Hilfiger, Channel o Gucci entre otros. Igualmente, vendían CD y DVD de últimos estrenos, todo ello sin ningún tipo de contrato laboral y permaneciendo muchas horas en la vía pública al objeto de poder vender un mayor número de productos.

En todo momento los vendedores eran controlados por los otros dos líderes de la red, Ibrahima D. y Ndongo D., quienes percibían el auténtico beneficio económico al obtener un elevado porcentaje del dinero obtenido en la venta de los productos. En cambio, las personas que realmente realizaban la actividad en la calle percibían unas cantidades irrisorias.

Los investigadores pudieron constatar que la red no sólo operaba en España, sino que se trataba de una organización transnacional que se extendía a Grecia, China y varios países africanos. Desde allí, otros miembros de la red se encargaban de suministrar todo tipo de mercancía falsificada a través de empresas de mensajería y, posteriormente, recibir el beneficio económico mediante empresas de envío de dinero. Para ambas gestiones, siempre utilizaban códigos en clave y nombres «ficticios» en documentos falsos.

Tras una «larga y dificultosa» investigación, y una vez analizada toda la información recopilada, los agentes establecieron un amplio dispositivo policial. Con la preceptiva autorización judicial, se realizaron doce entradas y registros en diversos domicilios, establecimientos comerciales y almacenes.

En ellos los investigadores se incautaron de 2.480 imitaciones de prendas y complementos de ropa de reconocido prestigio, 3.553 CD y DVD ‘piratas’, 15.900 euros en efectivo, diversa documentación falsa y 72 sobres monodosis de Kamagra, un medicamento ilegal en los países miembros de la UE.

Un total de once personas fueron detenidas como presuntos autores de diversos ilícitos penales como trata de seres humanos con fines de explotación laboral, favorecimiento de la inmigración ilegal, falsificación documental, delitos contra la propiedad industrial e intelectual, delito contra la salud pública y asociación ilícita.

Entre los arrestados se encuentran los tres líderes de la organización así como José Luis L. F. y Diagne M., los encargados del suministro de la mercancía textil y los soportes digitales respectivamente.

La investigación ha sido llevada a cabo por el Grupo VIII de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Madrid, que ha contado con la colaboración de los grupos II y III de la misma Brigada, del grupo XXIII de la Brigada de Policía Judicial, UIP y Centauros de la Brigada de Seguridad Ciudadana, la Brigada Provincial de Policía Científica y la Comisaría de Torrejón de Ardoz, todos ellos dependientes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Asimismo, han intervenido el grupo II de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y las unidades UCI, UCS y UID Carabanchel de Policía Municipal de Madrid.

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