Un representante de la Comisión explicó el pasado lunes en la Eurocámara que el objetivo de Bruselas es "sustituir la reintroducción unilateral de controles fronterizos por un mecanismo comunitario"
La Comisión Europea propondrá este miércoles que se puedan restablecer temporalmente las fronteras interiores de la UE en el espacio Schengen en circunstancias excepcionales, como flujos masivos de inmigrantes irregulares. El Ejecutivo comunitario cede así a las pretensiones de Francia e Italia, que habían reclamado poder restringir el libre movimiento de personas en caso de crisis migratorias.
Esta medida está incluida en el paquete de iniciativas sobre política migratoria preparado por Bruselas como respuesta a la llegada de inmigrantes procedentes de los países del norte de Africa tras la ola de revueltas ciudadanas en la región.
«El restablecimiento temporal de las fronteras es una posibilidad entre otras que, a condición de estar sujeta a criterios específicos y bien determinados, podría constituir un elemento para reforzar la gobernanza del acuerdo Schengen», según anunció el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, en una carta remitida este fin de semana al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
Crisis por la inmigración tunecina
Sarkozy y Berlusconi habían reclamado al Ejecutivo comunitario una reforma del acuerdo de Schengen tras su disputa por la negativa francesa a permitir la entrada de inmigrantes tunecinos a los que Italia ha dado un permiso temporal.
Un representante de la Comisión explicó el pasado lunes en la Eurocámara que el objetivo de Bruselas es «sustituir la reintroducción unilateral de controles fronterizos por un mecanismo comunitario». Ello permitiría imponer temporalmente controles en las fronteras nacionales en circunstancias excepcionales y como último recurso. «La decisión se tomaría entonces de forma colectiva y no unilateralmente como se hace ahora», resaltó.
La Comisión ha pedido a Italia y a Francia explicaciones por carta sobre su actuación en la crisis de los inmigrantes tunecinos, según ha afirmado este martes el portavoz de Interior, Marcin Grabiec.
A Roma le pregunta los criterios y procedimientos que ha seguido para conceder permisos temporales a parte de los 20.000 inmigrantes tunecinos llegados al país desde el inicio de las revueltas, cómo se ha verificado su nacionalidad, cuántos de ellos han recibido de Italia documentos de viaje y qué ocurrirá con ellos cuando expire el permiso de seis meses.
A París, el Ejecutivo comunitario le solicita que aclare la frecuencia de los controles fronterizos en la frontera con Italia y los lugares donde se realizan estos controles. Bruselas espera una respuesta en las próximas semanas, aunque estas misivas no suponen el inicio de ningún procedimiento de infracción, según ha aclarado el portavoz.
Refuerzo de FRONTEX
En su carta a Berlusconi y Sarkozy, Barroso se mostraba asimismo favorable a «un refuerzo de la capacidad de acción y de las competencias» de la Agencia Europea de Control de Fronteras (FRONTEX), tal y como pedían también París y Roma.
En este sentido, recordaba que Bruselas presentó propuestas en febrero de 2010 para que FRONTEX cuente con sus propios medios y para forzar a los Estados miembros a prestarle más barcos y aviones y señala que es «imperativo» encontrar un acuerdo entre los Veintisiete para adoptarlas.
También reclamaba a los Gobiernos que alcancen un acuerdo para reforzar el sistema de asilo europeo, bloqueado en el Consejo de Interior de la UE desde hace meses, antes de 2012, y agradecía el apoyo de Francia e Italia.
Barroso ve fundamental establecer acuerdos de asociación con los países del norte de Africa que incluyan una asistencia de la UE para la reconstrucción y, en particular, para la readmisión de inmigrantes irregulares. A cambio, exigiría «un compromiso claro de estos países de asumir sus responsabilidades en materia de emigración irregular».