BUCAREST, 1 (Reuters/EP)
Una ciudad de Rumanía ha levantado un muro de hormigón entre una carretera y un barrio de gitanos lo que ha llevado a un grupo de Derechos Humanos a acusar a las autoridades locales de crear un gueto.
Catalin Chereches, el alcalde de Baia Mare, explicó a Reuters este viernes que el muro, de 1,8 metros de alto, no tiene intención de discriminar sino evitar accidentes de tráfico.
«Tiene el objetivo de proteger a nuestros ciudadanos de los accidentes de coche», explicó Chereches. «Está hecho de hormigón armado en vez de madera para evitar que la gente la coja para hacer fuego», señaló.
La gran mayoría de gitanos del país viven apartados de la sociedad, de forma pobre mientras las organizaciones pro Derechos Humanos asegura que el Estado no hace lo suficiente para evitar que sean discriminados.
El Centro para Recursos Legales aseguró en una carta que «estas iniciativas pertenecen a la era nazi». pidió al Ayuntamiento que detenga la construcción del muro y que dimita el alcalde. «La idea de separar una comunidad con serios problemas sociales (…) supone racismo institucional», denunció.
El número de gitanos en Rumanía asciende a unos 550.000, según cifras oficiales, aunque algunos grupos de Derechos Humanos aseguran que la cifra real es de 2,5 millones de personas, la mayor comunidad de gitanos en un país de Europa.
Desde que Rumanía se unió a la Unión Europea en 2007, cientos de gitanos han huido a otras ciudades europeas ante el racismo y la pobreza que sufren en el país.
El pasado año, el Gobierno francés comenzó a expulsar a cientos de gitanos a Rumanía, lo que provocó un conflicto entre el presidente Nicolas Sarkozy y la canciller alemana, Angela Merkel.