La Generalitat avala prohibir la manifestación de PxC en Salt para prevenir altercados

El consejero de Interior, Felip Puig, ha avalado este jueves la prohibición de la Consejería de la manifestación que PxC ha convocado para este sábado en Salt (Girona), y ha destacado que les ampara la ley cuando se prevén altercados.

En declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Europa Press, ha remarcado que «la manifestación atenta contra la cohesión y contra la seguridad, y vale más prevenir que no tener que intervenir después para evitar altercados».

Ha explicado que están prestando todo el apoyo al alcalde de Salt, Jaume Torramadé, cuya opinión ha sido tenida especialmente en cuenta para prohibir la marcha, junto con los informes de la Policía Local y los Mossos d’Esquadra.

El consejero ha censurado que haya gente «que intenta excitar bajas pasiones, provocar la división e incluso llegar al enfrentamiento y la agresión», en referencia a PxC, lo que se han propuesto evitar prohibiendo la manifestación.

Sin embargo, ha dicho ser consciente de que PxC puede recurrir, como el partido ya anunciado que hará este jueves ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), por lo que están sujetos a lo que decida el tribunal.

La irrupción de un partido como PxC «que defiende posturas xenófobas y racistas» en algunos municipios responde, según Puig, a que los grandes partidos tradicionales no han tenido «suficiente sinceridad y valentía» para afrontar inmigración y religión.

Cree que Salt es un laboratorio para la cohesión y la integración, y ha defendido que sean los municipios los que decidan sobre los espacios que se destinan al culto, después de que el Ayuntamiento gerundense aprobara este miércoles no conceder más licencias para centros de culto en el polígono de Torre Mirona durante un año.

«Ya hay suficientes reservas urbanísticas y suficientes facilidades como para que tengamos cada vez leyes sectoriales que vayan imponiendo modelo porque acaba dibujando desde la centralidad del país modelos que no encajan con las realidades», ha afirmado.

Para Puig, hay un problema de integración y de cómo se ordena la convivencia, y ha reconocido que hay «algunos puntos de fricción» donde ser muy sensibles por el aumento de inmigrantes, como Salt, algunos barrios de Terrassa y entornos metropolitanos, y algún municipio de Osona.

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