El Alcalde de Acapulco pide ayuda al Gobierno de México entre lágrimas
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, está encolerizado. Y con razon.
Y ha aprovechado la presentación del Informe del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para poner los ‘puntos sobre las íes‘:
“Es inadmisible lo ocurrido recientemente en Acapulco donde seis mujeres de la nación hermana de España fueron violadas, casos como esos, nos deben ocupar a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a asumir plena responsabilidad y acciones para evitar que estos hechos sucedan, las dependencias de seguridad pública deben trabajar con eficacia”.
Y sus severas palabras coinciden con la petición, entre lágrimas, que le ha hechoel alcalde de Acapulco, Luis Walton, quien ve como se hunde elo turismo en su ciudad y se desmorona su imagen. Y para colmo, Acapulco está sumida en una deuda que a final de año alcanzó los 127 millones de euros, anunció su quiebra hace apenas un mes.
Las autoridades del estado de Guerrero, con apoyo de agencias federales y fuerzas armadas, aseguran estar muy cerca de dar con los autores del asalto a trece españoles en una casa alquilada a las afueras, durante el cual fueron violadas seis mujeres.
Fuentes cercanas a la investigación confirman las primeras sospechas de que los agresores no forman parte del crimen organizado, aunque en las pesquisas cobran singular importancia los llamados «halcones», vigilantes al servicio de los cárteles.
La fiscal general guerrerense, Martha Elva Garzón, sostuvo que el móvil del ataque «fue el robo, el llegar a divertirse»:
«También sabemos que este grupo de jóvenes, una vez que cometen sus fechorías, empiezan a agarrar (beber), a tomar botellas de mezcal en ese lugar. Afortunadamente ya tenemos indicios firmes para dar con los responsables de este reprobable hecho delictivo… Y no me gustaría hablar mucho de todo lo que tenemos».
Los agresores despojaron a los españoles y a la mexicana que los acompañaba de sus teléfonos móviles, tres cámaras fotográficas, dos tabletas digitales, un reproductor de música, dos tarjetas de crédito, 8.800 pesos (poco más de 500 euros) y documentos personales.
Respecto a la mujer mexicana que «sólo sufrió tocamientos» en el chalet de playa muy cerca de Barra Vieja, la fiscal relata que ella «se identifica con los hombres y les pide que no la violen.
Y le dicen (los delincuentes) que había pasado la prueba por ser mexicana, y de ahí es que pues no la tocan.
Es más, ella comenta: «No me hagan daño, mi esposo está ahí adentro».