Después de un pulso de cuatro días, que incluyó cacerolazos diarios y graves disturbios callejeros, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Tibisay Lucena, anunció que el organismo, con presencia de técnicos de las dos candidaturas, realizará una auditoría de los votos restantes hasta completar el total de los emitidos durante las elecciones presidenciales del pasado domingo.
La decisión responde a la solicitud principal de la oposición, cuyo candidato, Henrique Capriles Radonski, quedó en segundo lugar de acuerdo con los resultados oficiales del CNE, que dieron ganador, por un margen de un 1,7% (algo más de 200.000 votos) al oficialista Nicolás Maduro.
La oposición, citando diversas irregulares ocurridas durante los comicios, declaró la misma noche del domingo que no reconocería esos resultados hasta que se produjera un recuento «voto a voto».
En una cadena nacional, Lucena ha anunciado este 18 de abril de 2013 que el CNE auditará el 46 por ciento de los votos que quedan, después de que al término de la jornada electoral ya se auditara el 54 por ciento de los mismos por obligación legal.
Lucena ha detallado que seleccionarán «una muestra» con «una capacidad de 400 diarias» en presencia de los técnicos de los equipos de campaña electoral de todos los candidatos presidenciales, según ha informado la prensa venezolana.
La presidenta del CNE ha indicado que se hará por «ciclos de diez días hasta completar los 30 días», al término de los cuales «se entregará un informe del proceso al país».
La titular de la máxima autoridad electoral ha explicado que es el único procedimiento posible, ya que «un nuevo escrutinio automatizado solo se puede solicitar mediante la impugnación de la elección ante el Tribunal Supremo de Justicia».
Además, ha insistido en que, a pesar de que el CNE ha aceptado auditar todos los votos, los resultados oficiales «se presentaron de forma transparente».
«El CNE es garante de los votos y de la decisión que toma el pueblo con su elección».
El CNE se ha pronunciado después de que el equipo de campaña electoral del principal candidato opositor, Henrique Capriles, solicitara formalmente que cuente uno a uno los votos emitidos y compare las papeletas con las máquinas, los cuadernos y las actas de votación.
El pasado domingo 14 de abril, el candidato oficialista, Nicolás Maduro, tras conocer los resultados oficiales, que le dan la victoria, se comprometió a auditar el cien por cien de los votos, pero un día después se retractó y consideró suficiente el 54 por ciento legal.
Tanto Maduro como Capriles se han comprometido a acatar los resultados que arroje la auditoría del cien por cien de los votos, independientemente de a quién otorgue la victoria y, por tanto, el Gobierno hasta 2019.
La controversia sobre los resultados electorales ha desatado una ola de violencia que, de momento, se ha saldado con nueve muertos –ocho oficialistas y un opositor– y 70 heridos, así como con numerosos ataques a edificios públicos.