La familia del presunto asesino ha denunciado que Mangeri fue sometido a torturas al momento de su detención
El portero del edificio donde vivía la adolescente Ángeles Rawson, que apareció muerta en un barrio de Buenos Aires el martes 11 de junio de 2013, confesó este lunes su asesinato, según confirmó la Justicia argentina.
“Soy el responsable […]. Fui yo”, reconoció Jorge Mangeri, de 45 años, ante la fiscal del caso.La adolescente falleció por aplastamiento dentro de un camión compactador de basura, donde fue arrojada atada y embolsada.
En un comunicado de la Procuración General de la Nación, la fiscal de la causa, María Paula Asaro precisó que el portero del edificio «habría causado la muerte de Ángeles Rawson horas después de haberla interceptado en el interior del hall del edificio sito en Ravignani 2360, PB en momentos en que regresaba de una clase de gimnasia a las 09.50 hs. aproximadamente».
«Previo maniatarla de pies, manos y muslos, colocarle una bolsa plástica color verde en la cabeza e introducirla en una bolsa tipo consorcio de color negro, Mangeri la habría depositado en un container de residuos de la zona, para su recolección por los camiones compactadores».
Además, señaló que la muerte de la chica se consumó «ya dentro de una de estas unidades», dado que «el mecanismo de compresión instalado en las mismas le habría provocado lesiones vitales, como ser traumatismos múltiples, producto del aplastamiento progresivo sobre tórax, cuello y cabeza, causando su deceso».
UNICO DETENIDO
Mangeri es el único detenido hasta el momento. La familia del portero insiste en que es un chivo expiatorio del caso.
Los investigadores esperan el resultado de las pruebas de ADN de los restos hallados debajo de las uñas de las víctimas.
Los investigadores, no obstante, no han sido capaces de hallar todavía el móvil por el que Mangeri, que conocía a la víctima desde que esta tenía seis años, atacaría y asesinaría a Rawson.
La familia del presunto asesino ha denunciado que Mangeri fue sometido a torturas al momento de su detención.
La fiscal había explicado al detenido de que los agentes revisarían las supuestas heridas para investigar si había sido sometido a abusos.
Según el periódico Clarín, fue ahí cuando el portero entró en contradicciones y finalmente confesó.
Los médicos que han revisado a Mangeri indicaron que las lesiones que dijo haber sufrido se corresponden en realidad a heridas causadas por la víctima al momento del ataque, afirma el diario La Nación.
El caso ha traído de vuelta a la opinión pública el problema de la inseguridad en Argentina en pleno año electoral.
Hay convocadas elecciones legislativas para el próximo 27 de octubre de 2013.