La Policía Nacional liberó este 6 de agosto de 2013 a un niño de 8 años y a su madre, obligada a prostituirse por una banda de proxenetas rumanos en Alzira (Valencia).
Los tres secuestradores, que han sido detenidos, utilizaban al hijo como rehén y lo retenían en una habitación pequeña, sin ventilación y con escasa higiene.
Otras cinco mujeres de entre 18 y 38 años, obligadas a prostituirse en la vía pública de Catarroja (Valencia), también han sido también liberadas de la misma red.
La madre, que sufría vejaciones, coacciones, agresiones físicas y sexuales, y era obligada a ejercer la prostitución, consiguió escapar de sus explotadores para acudir a una comisaría de la policía en Valencia.
Después de su declaración, la mujer ha permanecido en observación durante 24 horas en un hospital debido a sus lesiones.
De no obedecer las indicaciones de los proxenetas, era golpeada y coaccionada mediante su hijo, según ha declarado la víctima.
Después de la alerta, los agentes del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) organizaron un dispositivo para entrar en el domicilio de los delincuentes y liberar al menor, que fue hallado en una habitación de pequeñas dimensiones, en condiciones higiénicas mínimas y sin ventilación.
El niño llevaba cinco días encerrado en ese domicilio, según han informado fuentes de la policía, pero se encontraba más de un año en manos de la trama, que lo había trasladado a diferentes puntos de la Comunidad Valenciana.
En la operación han sido detenidos tres integrantes de la banda, acusados de delitos de detención ilegal y pertenencia a organización criminal.
El líder que, se sospecha, podría haber huido a Rumanía, su país de origen, ha sido imputado por delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, prostitución coactiva, detención ilegal y pertenencia a organización criminal.
