"Ni las leyes internacionales ni las iraquís permiten matar a un menor"
Los soldados iraquies son implacables y despiadados, y hacen oídos sordos a las súplicas del chaval, que clama por su vida afirmando que no ha hecho nada malo.
La ejecución del niño de 11 años que combatía en las filas del Estado Islámico, y al que habían hecho prisionero durante la ofensiva contra las bases yihadistas en la provincia de Diyala, deja bien a las claras cómo se las gastan.
ESPOSADO
Se ve como los militares tienen al niño en el suelo con las manos atadas a la espalda y como le interrogan y abofetean.
El menor, está aterrorizado. Los soldados se apartan y uno de ellos le dispara con su fusil automático. La grabación confirma los peores presagios que apuntaban a que, en su reconquista, los militares iraquís, muchos de ellos de confesión chií, iban a librarse a todo tipo de matanzas contra la población sunní.
OFENSIVA DEL EJÉRCITO
El director del Observatorio Iraquí de Derechos Humanos, Mustafá Saadún, ha condenado «el trato bárbaro» al que se somete al menor. «El niño tomo partido en acciones contra el Ejército iraquí y contra civiles, pero eso no justifica que se le ejecute de este modo», ha afirmado. «Ni las leyes internacionales ni las iraquís permiten matar a un menor», ha asegurado.
El Ejército iraquí, con el apoyo de milicias chiís, inició el pasado lunes una ofensiva para reconquistar localidades que, como Tikrit, están en manos del Estado Islámico.