Mantuvo las mandíbulas cerradas durante varios segundos, hasta que un vecino cubrió la cabeza del plantígrado con una manta
El oso panda puede ser una bestia feroz cuando se siente en peligro y causar graves heridas con sus mordiscos, como lo prueba la cruel experiencia de un chino, que obtuvo una indemnización de 66.000 euros tras ser atacado por uno de ellos.
Hace un año, , fue atacado por un oso panda salvaje que huía de los funcionarios de una reserva natural que lo querían capturar.
LE MORDIÓ
El oso panda, prófugo de la reserva, se refugió en la finca de Guan, al que mordió profundamente en un muslo, manteniendo las mandíbulas cerradas durante varios segundos, hasta que un vecino cubrió la cabeza del plantígrado con una manta, indicó el diario provincial Lanzhou Wanbao.
Debido a la herida causada por el animal, Guan Quanzhi tuvo que ser sometido a varias operaciones durante siete horas.
Su hijo decidió presentar una demanda contra los responsables del parque nacional de Baishuijiang, donde viven más de 100 osos panda en estado salvaje.
Finalmente, las partes llegaron a un acuerdo sin pasar por el tribunal, por el cual Guan obtuvo 520.000 yuanes (unos 70.000 dólares) por daños y perjuicios, indicó su abogado.
El oso panda vive esecialmente en las montañas del sudoeste de China, donde su tasa de reproducción es muy baja.
El oso panda, cuyo patrimonio genético es muy cercano al del oso, pesa un promedio de 100 kilos y mide alrededor de 1,80 metros.
La población actual de osos panda salvajes gigantes es de 1.864 individuos en 2013, según cifras gubernamentales.
China puso en práctica una «diplomacia del oso panda» a través de préstamos o donaciones a zoológicos de varios países, donde los plantígrados tienen un gran éxito popular.
Un total de 42 osos pandas chinos viven en 12 países.