No lo tienen fácil. Y si no que se apliquen el cuento. El escenario de las próximas elecciones no pinta nada bien para ellos, -defensores a ultranza de la transparencia y el buen hacer-, por muchas tablas que tengan en fregados de difícil apaño.
Son la ‘Santísima Trinidad’ de Podemos. Las tres patas para un banco que pueden quebrarse en los juzgados, dejando aún más morada a la formación tras un más que presumible batacazo.
QUERELLAS
Y es que a Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y a Juan Carlos Monedero les esperan ‘puñetas blancas’ en los juzgados, a raíz de las numerosas querellas presentadas en su contra.
Como nos recuerda Carlota Guindal en ‘El Confidencial’, y por empezar con alguno, al número dos se le puede atragantar la fiesta.
Un juez de Madrid ha sostenido en un auto que los hechos narrados por el sindicato Manos Limpias en relación con su contrato como investigador en la Universidad de Málaga (UMA)
«presentan características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal».
Ante estas sospechas, el titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López Palop, ha acordado abrir diligencias previas para determinar la naturaleza y circunstancias de tales hechos y concretar las personas que puedan ser responsables antes de decidir si admite finalmente a trámite la querella.
El magistrado ha dado así traslado a la Fiscalía para que informe sobre su parecer ante estos delitos de estafa y contra la seguridad social.
LA BILLETERA DE MONEDERO
Monedero lo tiene a su vez crudo. El mismo sindicato se ha querellado por un supuesto fraude fiscal por cobrar 425.000 euros de varios países latinoamericanos, principalmente Venezuela, y hacerlo sin la autorización de la Universidad Complutense de Madrid, en la que es profesor titular.
El asunto ha recaído en el Juzgado número 45 de Madrid, cuyo titular está a la espera de recibir el informe de la Fiscalía para acordar la admisión a trámite de la querella.
Si finalmente el magistrado entiende que hay indicios de delito, Monedero sería imputado y citado a declarar.
Los querellantes creen que detrás de este pago de países como Venezuela podría haber una financiación ilegal de Podemos, que por ahora sobrevive con las ayudas y el crowdfunding de los seguidores y militantes del partido.
IGLESIAS
Para Pablo Iglesias también las pintan bastos. La querella la tiene interpuesta en el Tribunal Supremo, al ser aforado por su condición de eurodiputado.
La Fiscalía del alto tribunal tiene encima de la mesa la querella remitida por el instructor del caso, Joaquín Giménez, para que informe sobre la procedencia de admitir a trámite el caso por la presunta comisión de diez delitos, entre ellos pertenencia a organización criminal, asociación ilícita y delitos contra los derechos de los trabajadores.
Se le acusa de dirigir la Asociación Cultural Producciones con Mano Izquierda, empresa que emplea como «pantalla» para «diversas y notorias irregularidades» tales como el empleo de trabajadores sin figurar dados de alta en el régimen de la Seguridad Social; el pago de comisiones en dinero B por prestaciones de servicio; la supresión de derechos de los trabajadores; el abuso de las condiciones fiscales que caracterizan a una asociación sin ánimo de lucro; y la obtención de subvenciones de entidades y personalidades internacionales, de sospechoso origen ilícito, como son la república de Venezuela y el régimen Iraní.