Llevaba meses sembrando el terror en una aldea india, y ya había matado a varias personas.
Tras una infructuosa búsqueda de meses, en las últimas horas fue localizado el cocodrilo asesino, que fue llevado en volandas por los familiares a un apartado lugar con el ánimo de abrirlo en canal.
CON UN HACHA
Así, provistos de un hacha, realizaron el macabro hallazgo: trozos de su última víctima, aún sin digerir.
Un brazo, una pierna, el torso y, finalmente, la cabeza…
Un horror del que da cuenta el espeluznante vídeo que acompaña a estas líneas, y que no es apto desde luego para todos los públicos.