Un tribunal de investigación de California acusó este viernes 17 de abril de 2015 formalmente al militar retirado Brian Karl Brimager, de 37 años, de homicidio en primer grado por matar presuntamente a su novia, desmembrar su cuerpo y deshacerse de él en una isla panameña, según informó el Departamento de Justicia de EE.UU..
Brimager, que se declaró no culpable del crimen, se encuentra bajo custodia de las autoridades estadounidense desde junio de 2013 por cargos de obstrucción a la justicia, dar falso testimonio y falsificación de documentos relacionados con el mismo asesinato.
Según la acusación, Brimager terminó con la vida de Yvonne Baldelli, quien fuera su pareja, en torno al 26 de noviembre de 2011 y posteriormente la descuartizó y se deshizo de los restos en un área selvática de difícil acceso de la isla Carenero, en el archipiélago Bocas del Toro de Panamá.
Durante el tiempo que Baldelli estuvo desaparecida, Brimager aseguró que la mujer se había mudado a Costa Rica con otro hombre y urdió una elaborada coartada para evitar sospechas, que incluyó mandar correos electrónicos haciéndose pasar por la víctima y viajar hasta Costa Rica para retirar dinero de la cuenta de banco de Baldelli.
En agosto de 2013 las autoridades panameñas indicaron que se habían hallado restos óseos dispersos por un sendero de la isla Colón, contigua a Carenero. Una vez analizada esa osamenta y cotejada con el ADN de los familiares de Baldelli, se confirmó que se trataba de la joven estadounidense desaparecida.
De acuerdo con el informe de la acusación del tribunal de investigación de San Diego, Brimager y Baldelli comenzaron una relación sentimental en 2009 cuando ambos residían en Dana Point, en el condado de Orange, en el sur de California y en septiembre de 2011 se mudaron a Panamá.
La pareja fijó su residencia en una habitación en un hostal de isla Carenero al tiempo que Brimager contactaba por correo electrónico con otra mujer, madre de su hija, (identificada con las siglas «K.W.») y hacía planes para establecerse con ella en EE.UU..
En esas comunicaciones, Brimager nunca mencionaba a Baldelli, quien por entonces ya sufría maltrato físico por parte del antiguo marine, con el que tenía ruidosas peleas en su cuarto del hotel que le dejaron marcas en los brazos y los ojos.
El 24 de noviembre, la gerente del hostal se rompió una pierna y tuvo que ser trasladada a un hospital en Changuinola, en territorio continental panameño, y pidió a Brimager y Baldelli que se hicieran cargo mientras se recuperaba.
En aquel momento, no había huéspedes en la habitación contigua a la de los estadounidenses. La muerte de Baldelli se produjo, según las autoridades, en la noche del 26 de noviembre o la madrugada del 27.
El 27 de noviembre, según esa misma versión, Brimager accedió al ordenador de Baldelli y buscó en internet cómo «limpiar manchas de sangre en un colchón» si bien terminó por arrojar el de su cuarto al océano y le dijo a la gerente que lo había tirado porque su perro había orinado en él.
Entre el 27 y el 29 de noviembre, Brimager se deshizo de las evidencias del crimen y tiró a la basura del hostal la ropa y propiedades de Baldelli. El mismo 29 de noviembre accedió al correo electrónico personal de Baldelli y se hizo pasar por ella para contarle a la hermana de ésta, Michelle Valenzuela, que había roto con Brimager y se iba a vivir a Costa Rica con un hombre llamado Tony Gonzales.
El 12 de diciembre de ese mismo año, Brimager aterrizó en San Diego y dos días después se declaraba a K.W., con quien se casó al poco tiempo. Brimager continúo enviando emails a Valenzuela en nombre de Baldelli hasta finales de diciembre y logró posponer así que la familia de ella informara a las autoridades de su desaparición.
En marzo de 2012, Brimager fue interrogado ya por el FBI respecto al paradero de Baldelli, momento en el que insistió en que ella le había dejado y vivía con otro hombre en Costa Rica.