QUR’AN, SURA 5:38: «En cuanto al ladrón, hombre o mujer, cortar sus manos, como castigo por lo que han hecho: un castigo como ejemplo, por Alá, por el crimen: y Alá es grande en poder».
Así de claro, y así lo aplican. Es la ley de la sharia, la ley islámica que no se anda con contemplaciones, y que viene recogida en el Corán.
Esta vez el desventurado es un ladrón de poca monta, a quien le cortan la mano con un nuevo sistema: una guillotina.
ALCOHOL Y VENDAS
Sus verdugos se preocupan de desinfectarle el brazo antes de dejar caer la afilada hoja, detalle que se explica no porque sean piadosos, sino porque prefieren que sus víctimas salgan vivas del trance para que así den ejemplo, con el muñón a la vista una vez salgan a la calle. Las vendas se encargan del resto.
El terrible suceso tuvo como escenario a una plaza de Siria, donde se congregó numeroso público, que no dudó a la hora de jalear a los matarifes de turno.