Ordenó que se sustituyera con un spray de agua salina inofensiva, pero sin que la condenada lo supiera
Ser rociada con gas pimienta. Es el peculiar castigo impuesto a una mujer que empleó esta sustancia irritante en el rostro de una comensal mientras trataba de robar en un restaurante. Así lo ha sentenciado un juez de Cleveland, en Estados Unidos, que decidió poner en práctica el principio de «ojo por ojo».
El Magistrado Michael Cicconetti de la corte municipal de Painesville, en el estado de Ohio, dijo el jueves a la convicta, Diamond Gaston, que podía pasar 30 días en prisión o soportar que su víctima le descargara un rocío irritante. El juez dijo que en realidad no podía permitir el uso de gas pimienta, por lo que ordenó que se sustituyera con un «spray» de agua salina inofensiva, pero sin que Gaston lo supiera.
«El juez dijo que realmente le hubiera gustado que se usara gas pimienta, pero luego dijo que no podía hacer eso, que lo importante era el castigo emocional, no el físico», declaró Cicconetti a la televisión WEWS-TV.
Cicconetti es conocido por aplicar en ocasiones castigos poco inusuales. Por ejemplo, en un caso anterior protagonizado por una mujer que no le pagó a un taxista le dio la opción de pasar tiempo en prisión o pagar 100 dólares y caminar 48 kilómetros, la distancia de su viaje con el taxista. Ella eligió caminar y lo tendrá que hacer en un lugar público usando un monitor GPS.
En otra ocasión Cicconetti sentenció a un conductor ebrio a ver los cadáveres de sus víctimas en una morgue y ha sancionado a adolescentes que cometieron delitos menores ordenándoles que toquen tambores como entretenimiento en los parques.
«Hago lo que creo que evitará que una persona regrese otra vez a los tribunales», dijo el juez a WKYC. «Sí es un poco diferente, algo único, pero tal vez necesitemos un poco de eso en el sistema judicial».