, y pese un alto mando de la organización yihadista, Abu Khalil al-Sudani, muriese recientemente en un bombardeo aéreo estadounidense en la provincia afgana de Paktika, el Estado Islámico sigue a lo suyo.
Un vídeo de nuevo cuño, prohibido en las redes sociales, acaba de ser lanzado por los yihadistas para dar fe del duro entrenamiento a que se someten en Afganistán, en su dichosa guerra santa.
Hacen ejercicio, pegan tiros a destajo y dan voz a sus amenazantes proclamas, mientras asesinan a quien se les pone por delante en Siria, Irak, y donde haga falta.
La larga grabación pone de relieve hasta qué punto están dispuestos a dar la campanada allí donde se tercie, en su loco afán por extender su sangriento califato.