Osama Abdul Mohsen fue torturado por el régimen de Bachar al Assad

La historia secreta del refugiado a quien zancadilleó una reportera sin conciencia

Es conocido por haber sido el entrenador del Al-Fotuwa Sc de la liga de fútbol sirio

La historia secreta del refugiado a quien zancadilleó una reportera sin conciencia
Osama Abdul Mohsen y su hijo AP

La conmovedora caída frente a los policías que les impedían ingresar al país, en la ciudad de Roszke, cerca del límite con Croacia, tiene una dura historia detrás. (El vídeo de la reportera sin corazón que patea con saña a los refugiados).

El protagonista del triste suceso es el  sirio Osama Abdul Mohsen, de 51 años, quien llevaba en brazos a su hijo Zaid, de siete, en el momento en que fue atacado por la reportera húngara Petra Laszlo.

Después de que el vídeo en el que la ahora despedida periodista del canal N1TV haciéndole perder el equilibrio diera la vuelta al mundo, los activistas sirios lo han reconocido.

El inmigrante que intenta zafarse de la Policía húngara en el campo de refugiados de Roszke es Al-Ghabab, conocido por haber sido el entrenador del Al-Fotuwa Sc de la liga de fútbol sirio.

REVOLUCIONARIO

De él se sabe también que fue uno de los primeros revolucionarios que capturó el régimen de Bachar al Assad después del estallido de las protestas que en 2011 desembocaron en la guerra civil y había huido del país por temor a la expansión de Estado Islámico.
Abdul era un entrenador de fútbol sirio, vivía en la ciudad de Deir Ezzor y sufrió toda la brutalidad del conflicto armado que enfrenta su país.

Señalado como un opositor al régimen de Bashar al Assad, fue capturado y torturado por las fuerzas oficialistas. Su familia tuvo que soportar a los francotiradores y los bombardeos a discreción de tropas gubernamentales al inicio de la guerra civil, y luego debieron hacer frente al terrorismo sangriento del Estado Islámico.

LA FUGA

Cansado de esa realidad, tomó a su mujer y a dos hijos menores y escapó a Turquía. Desafortunadamente, la suerte no lo acompañó, ya que tuvo que vivir en la miseria durante un año y medio, ganando 10 dólares al día.

Entonces el ex técnico de fútbol volvió a cargar su mochila y a su hijo más pequeño para iniciar otra travesía. Esta vez el objetivo era Alemania.

Después de la patada de la camarógrafa Petra Laszlo, se desconoce el paradero de Abdul. Su familia lo identificó a través de las imágenes y fotografías que coparon los medios internacionales.

Incluso su hijo mayor publicó en Facebook un mensaje para el padre:

«Eres un gran hombre, un hombre ambicioso que no conoce lo imposible. Has arriesgado tu vida y tu dignidad para darnos una vida digna y un futuro mejor para que continuemos con nuestra educación y ayudemos a construir una nueva Siria. Que Dios te ayude a tener la cabeza bien alta y a sentirte orgulloso. Que Dios te proteja, te dé paciencia y te acompañe».

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