No han debido de quedarle ni las pestañas en su sitio. El patoso yihadista del DAESH tenía en la mira su objetivo, pero le salió el tiro por la culata.
El escenario es la habitación de un edificio, donde el terrorista intenta disparar a través de un agujero con el arma conocida como granada propulsada por cohete o RPG. El proyectil impactó de lleno… en el sitio equivocado.
Apenas un segundo después del disparo, el lugar se llena de humo y polvo como consecuencia de la destrucción provocada por el impacto del misil.
Desde el comienzo del clip se observa que el terrorista prepara minuciosamente su disparo. Primero se inclina con la mira fija. Luego recoge los misiles RPG y se pone de pie. Acto seguido, dispara sin éxito y provoca la destrucción del lugar.
En el momento del impacto se escucha un ruido ensordecedor, mientras la habitación queda completamente cubierta de humo negro y escombros.