CON UNA VARA Y ECHÁNDOLE AGUA

ISIS: El fanático musulmán tortura a su esclava sexual tras mutilarla genitalmente

La mujer sunita de la Gobernación de Ambar, en Irak, se entrega a su suerte con lastimera resignación

ISIS: El fanático musulmán tortura a su esclava sexual tras mutilarla genitalmente
Torturada en Irak PD

No se han ajustado todavía las cuentas, pero se hará.

Recompensado por sus hazañas en el campo de batalla con una esclava sexual, el fanático miembro del ISIS hace de las suyas con total impunidad, bajo la bendición de Abu Bakr al Bagdadi, líder del DAESH, que el 11 de julio de 2014 ordenó practicar la ablación a las mujeres que viven en el ‘califato’ musulmán entre Irak y Siria.

El mentado, afirma que es necesario que se lleve a cabo la mutilación genital femenina para «evitar la expansión del libertinaje y la inmoralidad».

Es el jefe de unos monstruos que siempre son muy valientes y gritones, hasta que llega la hora.

Así, tras haber hecho lo propio, la ata los pies y empieza a golpearla con una vara de madera, echándole de vez en cuando agua de una botella con ignorado propósito.

El vídeo, lanzado en las últimas horas, se grabó en el llamado triángulo sunní, en la Gobernación iraquí de Ambar, y de fondo se escucha llorar a un niño, quizás hijo de la víctima. En ese lugar, la venta y compra de mujeres es algo habitual.

Es una mujer musulmana sunita árabe de Faluya, quien fue obligada a casarse con el sádico de turno.

FORMAS DE ABLACIÓN

Las formas de mutilación femenina que practican en esos lares son, según la OMS, las siguientes:

Circuncisión sunna: amputación del prepucio del clítoris, ya sea la extirpación de una parte o el clítoris en su totalidad

Clitoridectomía: escisión o mutilación total o parcial del prepucio del clítoris y de los labios menores, conservando solo los labios mayores.

Infibulación: consiste en la extirpación del clítoris y labios mayores y menores. Después se cosen ambos lados de la vulva hasta que esta queda prácticamente cerrada, dejando únicamente una abertura para la sangre menstrual y la orina.

Tipo IV: Aquí se incluyen prácticas lesivas más variadas como pinchazos, perforaciones, incisiones y estiramientos del clítoris y o los labios; quemaduras del clítoris y tejidos circundantes, introducción de sustancias corrosivas o hierbas en la vagina que provocan erupciones y quemaduras.

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