Lo condujeron con los ojos vendados y descalzo hasta la quinta planta de un edificio en construccion, en la provincia siria de Manbij, Alepo, mientras en la calle una multitud esperaba expectante.
La víctima, un joven homosexual, estaba acusado de «sodomia», y el asutodemoninado Estado Islámico quería «lavar sus pecados».
Las imágenes, divulgadas por los propios yihadistas, muestran el momento en que el hombre cae ante la atenta mirada de decenas de personas, entre ellas mujeres y niños.
Los residentes de Manbij habían recibido la orden de ISIS de reunirse para presenciar el brutal asesinato, y no dudaron en apedrear el cuerpo con saña.
