Mourtala Madou, de 33 años, mató luego de una puñalada a la madre: ocurrió en una atestada estación del metro de Hamburgo... ¡y los principales medios alemanes han silenciado el asesinato de la pequeña de un año!

El escalofriante vídeo que oculta el Gobierno de Merkel: un refugiado musulmán decapitando a un bebé

Mucho ha llovido desde que la canciller alemana pronunciara su célebre frase de bienvenida a los inmigrantes: "¡Podemos hacerlo!"

El 31 de agosto del 2015, la canciller de Alemania, Angela Merkel, pronunció una frase sobre la gestión de la crisis de los refugiados, dirigida a sus compatriotas y destinada a pasar a la historia por ser tan buena y solidaria: «¡Wir ­schaffen das¡!» (¡Podemos hacerlo!). Como consecuencia, viven en la actualidad en Alemania al menos 1.600.000 solicitantes de asilo y refugiados con el estatus jurídico de tales. ([VÍDEO] ¡Califato de Merkel! Un musulmán quema el pelo a una alemana en plen metro… por no usar hiyab).

Y así le ha lucido el pelo desde entonces, aunque ahora haya echado el freno por la cuenta que le trae, y desde luego por el motín migratorio del CSU: violaciones a mansalva, asesinatos, y un sinfín de tropelías. (Merkel se la mete doblada a Sanchez que acepta traerse a España los refugiados que no quiera Alemania).

La última, la ha tratado de silenciar sin éxito con la ayuda de los principales medios alemanes: un espeluznante crimen que tuvo lugar el 12 de abril de 2018. En el mismo, amén de haber muerto una mujer a manos de un inmigrante ilegal oriundo de Níger, -musulmán para más señas y de nombre Mourtala Madou-, también fue asesinada una niña de un año de edad: la decapitó a cuchillo. En los periódicos solo aparecía como víctima Sandra P., la madre.

El suceso aconteció en el atestado andén de una estación del metro de Hamburgo, y fue grabado por un cantante de gospel, imágenes que hasta ahora no han podido ser vistas, y que han salido a la luz gracias a Facebook, a pesar  de que algunos se empeñan en que la demostrada prohibición de marras es un fake.

Merkel y el asesino, Mourtala Madou.

El criminal, padre de la infortunada bebé, estaba cabreado con su pareja, -que le había dejado plantado-, porque había perdido la patria potestad y le cortó la cabeza a la niña atacándola cuando se encontraba en su cochecito. Luego apuñaló hasta la muerte a la madre, ante los aterrados viajeros, y salió huyendo arrojando el arma a una papelera.

Las hostias de unos musulmanes al anciano y a su hijo por beber cerveza en la terraza de un kebab

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