La cómoda victoria de la oposición en las elecciones del lunes supone un giro político en Trinidad y Tobago y un hito histórico al ocupar por primera vez una mujer, la abogada de origen indio Kamla Persad-Bissessar, el puesto de Primer Ministro.
El Congreso Nacional Unido (UNC, por su sigla en inglés) venció por un amplio margen al gubernamental Movimiento Nacional del Pueblo (PNM), liderado por el primer ministro Patrick Manning, quien reconoció su derrota electoral, mucho mayor que la que él mismo esperaba.
Persad-Bissessar, de 58 años, y su coalición de partidos obtuvieron 29 de los 41 escaños en juego en unas elecciones marcadas por los ataques de la oposición a Manning por varios casos de presunta corrupción y la aparente incapacidad de su Gobierno para poner freno al crimen en el país caribeño.
La primera mujer que dirigirá esta nación de 1,3 millones de habitantes acabó el lunes con los 43 años en el poder del PNM y abre, en un país dominado por hombres, una nueva era para la escena política, quizá el mayor cambio desde su independencia de la corona británica en 1962.
Persad-Bissessar, abuela con dos nietos y que profesa el hinduismo, dijo hoy en una comparecencia ante sus seguidores que su Gobierno no permitirá que ningún grupo étnico o clase social domine el destino de la nación.
En la actualidad, la población de las dos islas se reparte prácticamente a partes iguales entre los descendientes indios (40,3 por ciento) y negros (39,5 por ciento), mientras que el resto representa a otras etnias.
La primera ministra electa, que tomará posesión del cargo hoy mismo o mañana, aseguró que «se ha dado la vuelta a una nueva página» y que la responsabilidad adquirida con los ciudadanos «descansa» ahora sobre sus espaldas.
«Pueden pedirme que de cuentas de las promesas de cambio que ofrecí. (…) No les decepcionaré», manifestó a sus seguidores, para dirigirse a continuación a los votantes del derrotado PNM y asegurarles que no serán dejados a un lado por su Gobierno.
La coalición del UNC ha sido respaldada por las diferentes etnias y clases sociales del país caribeño, logrando la victoria en poderosos feudos del PNM dominados por los partidarios africanos.
Pese a que Trinidad y Tobago está dividida en partes iguales entre los descendientes de los esclavos africanos y de los sirvientes indios, la paz y la armonía se mantiene entre las dos etnias dominantes.
La victoria del UNC representa, sin duda, el éxito político personal de Persad-Bissessar, que logró una rápida ascensión política tras convertirse en fiscal general y desempeñar diferentes cargos en la administración.
Por su parte, Manning, de 64 años, quien reconoció su sorpresa por la derrota de su partido, aceptó el revés electoral e insinuó que podría renunciar a su liderazgo en el seno del PNM.
«Aceptamos los resultados y la total responsabilidad de ellos», dijo Manning, quien agregó: «una de las cosas que debo considerar ahora es mi futuro en la política».
El gobernante Movimiento Nacional del Pueblo ha estado en el poder desde 1956, salvo un período de cinco años desde 1986 cuando varios partidos formaron una alianza para retarle en los comicios de ese año.
Asimismo, Manning tendrá que responder ante su partido por haber convocado las elecciones con anticipación cuando podía haber maniobrado dos años más hasta la celebración de los comicios.
Manning disolvió el Parlamento para evitar una posible moción de censura por parte de la oposición.
En su opinión, la oposición entonces quería usar una prerrogativa parlamentaria para presentar alegaciones de corrupción en su contra y evitar así las repercusiones legales por difamación.
Manning ha sido acusado por la oposición de mala administración de fondos públicos en la construcción de edificios oficiales, entre otros.
