Santos se perfila como favorito en los comicios colombianos

Unos 29 millones de colombianos están convocados a votar este domingo en la segunda vuelta presidencial, después de una campaña poco intensa en la que el candidato del gobernante Partido de la U, Juan Manuel Santos, ha tomado vuelo gracias a las recientes acciones del actual mandatario, Alvaro Uribe, considerado su padrino político, como el rescate de cuatro secuestrados en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Según recientes sondeos, Santos supera al aspirante del opositor Partido Verde, Antanas Mockus, con más de 30 puntos de ventaja, aunque las encuestas en esta segunda campaña han quedado a un lado debido al fracaso de las predicciones en la primera vuelta cuando se pronosticó un empate técnico entre ambos candidatos.

El ex ministro de Defensa, conocido como el ‘delfín’ de Uribe, ganó los pasados comicios con el 46 por ciento de los votos, mientras que Mockus –que se vislumbraba como la gran sensación– se tuvo que conformar con el 21 por ciento. Pero además Santos ha logrado sumar apoyos de grupos políticos, asociaciones y personalidades de mucho peso en Colombia, lo que le ha permitido repuntar con fuerza en estas casi tres semanas de campaña.

Mockus, en cambio, se ha quedado detrás y sólo cuenta con el 30 por ciento de intención de voto, frente al 60 por ciento de respaldo de su contrincante. Esto ha hecho que la idea de unas elecciones cerradas entre ambos aspirantes quede en el pasado y se ponga en evidencia que los colombianos apuestan por la continuidad de los políticas ‘uribistas’.

No cabe duda de que Uribe ha sido el que ha movido los hilos detrás de la campaña de Santos, aunque no de manera directa porque la ley local lo prohíbe. Pero hechos como la ‘Operación Camaleón’, que permitió la liberación, justo una semana antes de las elecciones, de cuatro oficiales en poder de las FARC, constituyeron un punto a favor del ex ministro.

Durante el último debate celebrado el pasado jueves, Mockus tuvo que reconocer que el operativo militar influirá en los resultados electorales. Santos, por su parte, rechazó hacer propaganda política con este asunto y criticó las versiones de que esta liberación haya sido planificada para favorecerle. «Carece de todo argumento y ofende a nuestras Fuerzas Armadas», fustigó.

PROPUESTAS

Santos es un político conocido en el país por su participación en los gobiernos de los ex presidentes Andrés Pastrana, como ministro de Hacienda; de César Gaviria, como ministro de Comercio Exterior; y en el de Alvaro Uribe, su padrino político, como ministro de Defensa.

Este último ha sido el cargo más controvertido de este economista de 58 años, con elementos a su favor, como la larga lista de detenciones de miembros de las FARC; y otros en contra, como su autorización al bombardeo de un campamento de la guerrilla en Ecuador en marzo de 2008. Esta operación desencadenó una crisis diplomática con este país que apenas ha empezado a resolverse.

El buque insignia de Santos en esta campaña ha sido su apuesta por la continuidad de la Política de Seguridad Democrática de Uribe que, en los últimos años y gracias al apoyo de Estados Unidos, ha conseguido diezmar a la guerrilla y los grupos paramilitares que operan en el país.

En esta segunda etapa electoral el candidato ha enfatizado en su propuesta de crear un Gobierno de Unidad Nacional que aglutine las medidas más enriquecedoras de cada uno de los partidos políticos con el fin de lograr «el milagro colombiano», tal y como hicieron los chilenos.

No obstante, consciente del alto nivel de paro que existe en el país y que ya alcanza el 12,3 por ciento, Santos ha presentado un importante programa de desarrollo económico, basado en la inversión privada, cuyos beneficios ha prometido volcar en un programa social de lucha contra el desempleo.

Enfrente se sitúa Mockus, un matemático y filósofo de origen lituano que ha logrado hacerse un hueco en esta segunda vuelta de las elecciones presidenciales con una apuesta alternativa por la educación y el desarrollo sostenible.

Su principal baza es la prueba de la eficacia de su gestión en Bogotá, donde fue alcalde en dos periodos (1995-1997 y 2001-2003). En esta ciudad, el profesor de 58 años protagonizó una transformación radical a partir de la construcción de una conciencia ciudadana de tolerancia y protección a la vida y un saneamiento de las cuentas públicas que contribuyó a neutralizar la corrupción.

La seña de identidad de este académico es la apuesta por una revolución educativa que consiga erradicar los males endémicos del país, especialmente la corrupción. Una idea que ha sintetizado en la consigna «cuentas públicas, cuentas sagradas» y con la que pretende diferenciarse de gobiernos anteriores, salpicados por numerosos escándalos políticos.

No obstante, consciente de la importancia que reviste la seguridad en un país afectado por un conflicto interno, Mockus se ha manifestado a favor de las políticas iniciadas por la administración en curso y, en consecuencia, ha prometido continuar con ellas en caso de llegar a la Casa de Nariño.

TEMA CHAVEZ

En el último debate, los dos aspirantes a la Presidencia confesaron que esperan la llamada del mandatario venezolano, Hugo Chávez, en caso de ganar los comicios. Santos ha dicho que espera ese contacto de su vecino para dialogar sobre el restablecimiento de las relaciones bilaterales que se mantienen congeladas desde finales del año pasado.

Chávez ha dejado claro su rechazo a las políticas de Uribe y a su estrategia de seguridad para combatir a los grupos armados como las FARC, que han sentado algunos campamentos en territorio venezolano, despertando constantes roces diplomáticos. No obstante, el mandatario socialista ha dicho que está dispuesto a conversar con Santos si llega a la Casa de Nariño.

Mockus, por su parte, consideró que para poder restablecer las relaciones con Caracas será necesario diseñar un «mapa completo de la interdependencia» en el que se defina los «intereses en común», además de los proyectos conjuntos y la evolución del comercio. «Cerca de 300.000 empleos dependen del mejoramiento de las relaciones con Venezuela y Ecuador, hay que poner todo eso en el mapa», opinó.

«ALERTA MAXIMA»

Las Fuerzas Armadas están en alerta máxima de cara a estas elecciones en la que 400.000 efectivos, entre policías y militares, formarán parte del llamado ‘Plan Democracia’, activado por el Gobierno para garantizar la seguridad durante la jornada electoral del domingo.

Solo un seis por ciento de los 1.102 municipios del país enfrenta un riesgo extraordinario o alto por la posibilidad de que tanto la guerrilla como los grupos paramilitares boicoteen las elecciones a través de atentados contra candidatos y centros de votación.

«El narcoterrorismo de las FARC y del ELN (Ejército de Liberación Nacional) no ha dejado de intentar todos los días acciones en diferentes regiones en donde todavía existe alguna presencia, han buscado afectar la seguridad democrática de los colombianos y no lo han podido hacer y tampoco lo podrán hacer el domingo», advirtió el ministro de Defensa, Gabriel Silva.

Más de 29 millones de colombianos están llamados a las urnas este domingo para elegir a su próximo presidente. Para ello se habilitarán 71.000 mesas repartidas en más de 10.000 centros de votación por todo el país. La Registraduría Nacional del Estado Civil que la abstención sea del 50 por ciento, casi igual a la de la pasada vuelta.

Ante esta situación, Uribe ha hecho un llamamiento a los ciudadanos «sacrificar» los partidos de fútbol que se realizarán en el marco del Mundial de Sudáfrica, para ir a ejercer su derecho de sufragio.

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