Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Siria, Bachar Al Asad, admitieron hoy tener amigos y enemigos en común y ser parte de lo que EE.UU. llama el «Eje del mal», aunque el suramericano dijo que en siglas corresponde al «Movimiento de los Aliados Libres» (MAL).
«Medio en serio y medio en broma» la creación del MAL como instancia integradora debería ser analizada, añadió Chávez, invitado a un encuentro en un hotel caraqueño de Al Asad con representantes de los alrededor de 700.000 venezolanos de origen sirio.
«Es muy natural que el presidente Chávez estuviera hoy con nosotros, no está de colado (sin invitación), como dijo que estaba», sostuvo Al Asad, quien también en tono distendido dijo que «si se ponen bravos» en Estados Unidos por lo dicho por ambos, solo el gobernante venezolano «será él responsable».
«Tenemos enemigos comunes: el imperio yanqui y el Estado genocida de Israel», dijo Chávez previamente y agregó que como amigos asimismo en común cuentan a naciones que tienen como objetivo «llevar adelante una revolución socialista, poniendo por delante en primer lugar los intereses» de los pueblos.
El acto con la comunidad siria-venezolana fue la última actividad del presidente de Siria en Venezuela, país al que llegó el pasado viernes y que eligió para iniciar su primera gira a América Latina, que hoy continuará en Cuba y que luego seguirá en Brasil y Argentina.
La identidad entre los Gobiernos y pueblos de ambas regiones, añadió Chávez, se entiende porque «donde están los valores de lo humano, donde se libra la batalla de la causa humana», están los valores «de Mahoma y de Cristo; es decir, en toda América Latina y en todos los países árabes».
«Nosotros, los latinoamericanos, necesitamos de una mayor presencia de los pueblos y Gobiernos árabes, necesitamos unirnos», añadió y remarcó que la comunidad siria está «profunda y plenamente comprometida con la lucha revolucionaria de Venezuela».
Esa unidad «tiene que ver esencialmente con el socialismo», insistió, a lo que Al Asad respondió luego que Chávez ya «ha sido nombrado líder árabe» por sus posiciones de apoyo a las causas del Oriente Medio y que por ello sería «un buen secretario general del Eje del MAL».
El gobernante sirio también censuró a Estados Unidos por desarrollar lo que llamó «un colonialismo tradicional» en Irak y en Afganistán, y también a Israel por pretender, basado «en crímenes y matanzas», dijo, «sacar a los antiguos habitantes de la región».
Los militares del Estado de Israel «ocupan las casas y más encima los bloquean», añadió Al Asad en alusión a los palestinos, quienes por ello, remarcó, «viven en condiciones infrahumanas».
Los ciudadanos de Israel «no tienen nada que ver con nuestra civilización», añadió y expresó que Siria y otras naciones árabes quieren la paz, «pero no una mal llamada paz con sometimientos y sin derechos».
«El diálogo es la vía natural, pero cuando fracasa, el único camino es apoyar la resistencia, y resistencia no es terrorismo», subrayó.
Al Asad también destacó que tanto en Oriente Medio como en América Latina se han producido «transformaciones importantes» en los últimos años y que por ello, en su caso y en el de Chávez, surgieron «presiones muy parecidas», pero: «hemos apostado a nuestros pueblos, a nuestros ética y moral, y por eso estamos ganando».
El gobernante sirio también criticó a organizaciones mundiales como la ONU, que con el paso del tiempo, remarcó, han sido «convertidas en marionetas» y «en lugar de proteger la paz se han transformado en organizaciones que dañan la paz».