El Rey Juan Carlos ha expresado la gratitud de toda la sociedad hacia las víctimas del terrorismo y ha proclamado, en el solemne acto de homenaje que celebra hoy el Congreso, que constituyen «un referente cívico» y «un símbolo de la firmeza de nuestro compromiso con la democracia y la libertad».
Tras guardar la Cámara un minuto de silencio en memoria de las víctimas, y después del discurso que en el hemiciclo ha pronunciado el presidente del Congreso, José Bono, Don Juan Carlos ha tomado la palabra para subrayar: «Nada mejor que esta sede parlamentaria para rendir tributo de respeto, afecto y solidaridad, a las víctimas y sus familiares».
En compañía de la Reina y ante diputados, senadores, dirigentes políticos, miembros del Gobierno y las autoridades institucionales y representantes de las víctimas, el Rey ha hecho hincapié en que este homenaje pretende que «sepan y que recuerden que su inmenso dolor y vibrante testimonio pervivirán siempre en nuestros corazones.
Además de enfatizar la «más firme condena y repulsa» al terrorismo don Juan Carlos dejó claro que el terrorismo, aunque «nos desgarra a todos, nunca podrá con la fuerza de nuestras convicciones».
Aseguró el Jefe del Estado que acabar con la violencia terrorista empleando» todos los instrumentos del Estado de Derecho», es una «prioridad insoslayable para todo país libre y democrático».
Recordó el Rey que ya en su discurso de apertura de la Legislatura manifestó que la unidad de las fuerzas políticas frente a la «barbarie terrorista» constituye una demanda unánime de la sociedad y también «una obligación de todos los demócratas y un deber frente a las víctimas y sus familias».
«Nada ni nadie», añadió, puede reparar la «terrible pérdida» de la vida de las víctimas ni sus «profundas heridas y cicatrices», ni tampoco se puede compensar el «terrible sufrimiento» de sus familiares.
Pero, recordó el Jefe del Estado, al honrarlas se cumple con la «deuda de inmensa gratitud que tenemos contraída con ellas».
En su alocución ante la Cámara Baja don Juan Carlos dijo que con este homenaje «enaltecemos los mejores valores de nuestra sociedad», puesto que las víctimas son «un referente cívico, un símbolo de la firmeza de nuestro compromiso con la democracia y la libertad».
«Todos tenemos el deber y la responsabilidad de agradecer su coraje, de proteger su dignidad, de garantizar sus derechos, de reparar su sufrimiento», añadió Don Juan Carlos.
Y planteó asimismo que un día como hoy es también «un día para reiterar la más firme condena y repulsa a la violencia terrorista. Un día para reafirmar nuestra determinación de erradicarla de la faz de la tierra».
«El terrorismo es, por esencia, perverso, cobarde e injustificable, contrario a los más elementales derechos humanos y valores democráticos», ha añadido en su alocución.
El Rey reafirmó la idea de que, aunque el terrorismo «trunca vidas, destruye hogares y nos desgarra a todos, nunca podrá con la fuerza de nuestras convicciones».
En este punto el Rey hizo hincapié en que «acabar con el flagelo del terrorismo, empleando todos los instrumentos del Estado de Derecho» constituye «una prioridad insoslayable para todo país libre y democrático que no puede tolerar sus atentados intimidaciones o chantajes».
Antes de concluir, Don Juan Carlos agradeció los «avances» de las Fuerzas de Seguridad en su lucha contra esta «lacra», ha dejado constancia, en su nombre y el de la Reina, de su «cariño, respeto y solidaridad», hacia las víctimas y les ha recordado que «toda España está y estará en todo momento con ellas».