Quito rompió las relaciones diplomáticas con Bogotá en 2008 después del bombardeo del Ejército colombiano a un campamento de la guerrilla de las FARC en territorio ecuatoriano
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, negó este jueves que la central estatal de inteligencia (DAS) haya espiado al gobernante de Ecuador, Rafael Correa, y reafirmó su voluntad de restablecer las relaciones con ese país rotas desde marzo de 2008.
El Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) «no ha adelantado ninguna de las actividades que se han denunciado» contra Correa, dijo Uribe en una breve declaración a los periodistas en la base militar de Catam, en Bogotá.
Según el mandatario colombiano, «hay personas malintencionadas, probablemente cercanas al DAS», que están queriendo «afectar el buen nombre del Gobierno y las relaciones internacionales».
Tanto el DAS, que depende de la Presidencia colombiana, como los ministros de Exteriores, Jaime Bermúdez, y de Defensa, Gabriel Silva, han negado rotundamente el supuesto espionaje a Correa y otras altas autoridades de Ecuador divulgado en la prensa.
El diario ecuatoriano El Universo publicó el lunes una información en la que una fuente no identificada supuestamente del DAS afirma que ese servicio de inteligencia colombiano interceptó teléfonos de la oficina de Correa y de otras autoridades en la denominada «Operación Salomón».
El Gobierno ecuatoriano ha emprendido una investigación y solicitado información oficial a Colombia, mientras la Fiscalía anunció el comienzo de una indagación previa sobre el asunto.
Correa ha afirmado que si se comprueba que es cierto que Colombia llevó a cabo operaciones de espionaje y escuchas sobre él y su Gobierno, Ecuador tendría «que volver a romper relaciones diplomáticas» con ese país.
Quito rompió las relaciones diplomáticas con Bogotá en 2008 después del bombardeo del Ejército colombiano a un campamento de la guerrilla de las FARC en territorio ecuatoriano.
En ese ataque murieron al menos 26 personas, entre ellas el entonces número dos y portavoz internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alias «Raúl Reyes».
Desde mediados de 2009 ambas naciones mantienen un proceso para restaurar las relaciones que desembocó en la designación de los encargados de negocios y los agregados militares de las embajadas respectivas.
«El único propósito que tenemos es el de restablecer plenamente las relaciones con Ecuador. Es un propósito inclaudicable mío», reafirmó hoy Uribe.
Agregó que esa voluntad se extiende al presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, quien le sustituirá al frente del Gobierno a partir del 7 de agosto.