El presidente de Bolivia, Evo Morales, amenazó con entrar en huelga de hambre si el Congreso no aprueba antes del próximo 22 de julio las cinco leyes orgánicas que se prevé en la Constitución y que instrumentarían la Carta Magna, informó hoy la agencia estatal ABI.
«No tengo por qué ocultar: si ustedes no me aprueban las cinco leyes hasta el 22 de julio, que es un mandato del pueblo boliviano y producto del voto del pueblo boliviano, voy a hacer una huelga de hambre», dijo el sábado en un encuentro con cocaleros.
Esta no sería la primera vez que el mandatario izquierdista opta por esta medida para presionar al Congreso, ya que en abril de 2009 cumplió cinco días de huelga de hambre para exigir la aprobación de una ley electoral que permitiera la celebración de elecciones presidenciales en diciembre de ese año.
«Así como hice huelga de hambre contra ese Congreso, porque no se estaba cumpliendo con el mandato producto del voto del pueblo boliviano. Tenía que aprobarse esa Ley transitoria que no estaba aprobándose», rememoró.
El Legislativo boliviano ha aprobado ya cuatro de estas leyes orgánicas, y sólo falta por implementar la Ley de Autonomías, que se ha visto frenada por la oposición de grupos indígenas del oriente del país, que desde hace dos semanas realizan una marcha contra el proyecto presentado por el oficialismo.
Según informaron hoy los periódicos bolivianos, una delegación de senadores oficialistas se desplazó al lugar donde se encuentran los marchistas para desbloquear la situación, después de que tres ministros fracasaran en su intento de negociar con los líderes indígenas el pasado jueves.
Los dirigentes indígenas, tras la reunión con los legisladores, determinaron una pausa en la marcha para poder avanzar en el diálogo y analizar un documento con las propuestas del Gobierno, informó hoy a la radio Erbol el senador oficialista José Bailaba.
Entre las demandas de las etnias amazónicas de Bolivia, agrupadas entorno de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), están asignar recursos para sus autonomías especiales y aumentar sus representantes en el Congreso.
La marcha, que se inició el pasado 21 de junio, ya ha recorrido a pie más de 200 de los 1.400 kilómetros que se han propuesto hacer hasta llegar a La Paz, pasando antes por las ciudades de Santa Cruz (este) y Cochabamba (centro).
La Asociación del Pueblo Guaraní (APG) se desmarcó de la protesta, y los rotativos bolivianos informaron hoy que la federación de cocaleros, afín a Morales, permitirá el paso de la marcha por su territorio tras amenazar la semana pasada con evitarlo.
La Cidob, hasta ahora uno de los pilares indígenas del Gobierno, exige subir de 7 a 18 el número de escaños que tienen las etnias minoritarias en la Cámara de Diputados, además de la entrega de tierras del Estado, el control de los parques naturales y recursos para que funcionen las autonomías que les fueron creadas.
El Gobierno, en la voz del vicepresidente Álvaro García Linera, calificó hace una semana estas demandas de «inatendibles, injustas, discriminatorias, atentatorias a la Constitución y no están en la línea correcta».
En las últimas semanas se han puesto en vigor cuatro de las cinco leyes claves que permitirán aplicar la Constitución promulgada en 2009, entre ellas una sobre el nuevo Régimen Electoral que mantuvo en siete los escaños especiales para grupos indígenas minoritarios.