Los cinco presos que serán liberados son Antonio Villarreal Acosta, Lester González Pentón, Luis Milán Fernández, José Luis García Paneque y Pablo Pacheco Avila
El periodista opositor Guillermo Fariñas ha depuesto este jueves la huelga de hambre y sed que mantenía desde el pasado 24 de marzo para exigir al Gobierno de Raúl Castro la excarcelación de 25 presos políticos que se encuentran en delicado estado de salud.
La madre del disidente, Alicia Hernández, había dicho horas antes que estaba esperanzada en que su hijo terminase el ayuno que comenzó el 24 de febrero, tras la muerte del preso político Orlando Zapata, para pedir al Gobierno de Raúl Castro la liberación de 26 opositores encarcelados enfermos.
La Iglesia católica cubana anunció el miércoles que el Gobierno liberará a 52 presos políticos como resultado del proceso de diálogo que inició en mayo con las autoridades de la isla.
Según ha afirmado Alicia Hernández, el obispo de Santa Clara, monseñor Marcelo Arturo González, visitó el miércoles a Fariñas para entregarle personalmente el comunicado divulgado por la Iglesia sobre las liberaciones.
En esa nota, reproducida por los medios oficiales cubanos, el Arzobispado de La Habana informó de que el Gobierno procederá a la excarcelación gradual de 52 presos políticos, cinco de ellos de forma inminente, y que podrán trasladarse a vivir a España con sus familias si lo desean.
Los nombres de estos cinco presos que viajarán a España «en los próximos días» son: Antonio Villarreal Acosta, Lester González Pentón, Luis Milán Fernández, José Luis García Paneque y Pablo Pacheco Avila.
Ninguno de ellos de una relevancia importante. Todos los que quedaban en la cárcel son del llamado Grupo de los 75, condenados en la Primavera Negra de 2003.
Tras el diálogo abierto entre la Iglesia católica y el Gobierno sobre los presos, Fariñas dijo estar dispuesto a abandonar su protesta si se excarcela a los 10 o 12 más enfermos y hay compromisos para liberar al resto.
Ismeli Iglesias, el médico disidente que sigue su caso, dijo la víspera que Fariñas estaba de acuerdo en «comenzar a beber agua» después de que fueran liberados los cinco primeros presos.
Fariñas, periodista y psicólogo de 48 años, se encuentra en estado crítico desde la semana pasada, cuando su salud se complicó con una trombosis de la vena yugular, si bien no ha empeorado en los últimos días.