El presidente venezolano reiteró este domingo su amenaza de romper relaciones diplomáticas con Colombia si desde el Gobierno del país vecino mantienen las acusaciones de que en territorio de Venezuela son acogidos los dirigentes de las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y denunció la «locura» de las autoridades colombianas.
«Las irresponsables declaraciones de parte del Gobierno de Colombia que, de nuevo, insiste en relacionarnos con la guerrilla, lo que me obligó a anunciar una posible ruptura de relaciones si continúa la locura que se ha apoderado de la Casa de Nariño, siguiendo el guión imperial», afirmó Chávez en su último artículo de la serie Las Líneas de Chávez. Nariño es la residencia oficial de los presidentes de Colombia.
Según Chávez «estamos delante de una reactualización de la doctrina imperial estadounidense que se enfrenta a los nuevos proyectos de soberanía que se adelantan en Nuestra América» y acusó a la Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, de «está demostrando ser, en las palabras y en los hechos, la segunda administración Bush: sigue la misma línea belicista y la misma estrategia de dominación imperial».
El mandatario citó otros puntos de tensión como Corea, Irán, Irak, Afganistán o el «bloqueo criminal a Gaza por parte de Israel con el beneplácito de Washington».
«Los países que hemos decidido labrar el porvenir con los pueblos como protagonistas de la historia, volvemos a estar en la mira. Y, por supuesto, Venezuela es el primero de la lista en la América del Sur», advirtió.
Así, emplazó a los venezolanos a lograr «una aplastante victoria» en las elecciones legislativas del 26 de septiembre. «Está en juego la vida de la Patria: no tenemos otra opción que vencer y vencer convincentemente», apuntó.
Por otra parte, el mandatario venezolano recuerda el carácter laico de Venezuela y los privilegios con los que cuenta la Iglesia católica en virtud del acuerdo convenio suscrito con el Vaticano en 1964 por el que la alta jerarquía «pretende tener privilegios supraconstitucionales, como si fuera un poder supraestatal, y desconoce abiertamente el carácter laico del Estado venezolano».
Chávez informa que, en consecuencia, se ha ordenado al Ministerio de Relaciones Exteriores la revisión de dicho convenio, que fue «negociado en secreto».