La difícil geografía de la zona en la que fue avistado hoy el cadáver de un hombre que podría ser el del catalán Francesc Espasa, desaparecido desde el pasado miércoles cuando volcó la embarcación en la que viajaba en un río mexicano, ha impedido a los socorrista recuperar el cuerpo.
Fuentes de Protección Civil en el estado de San Luis Potosí, donde ocurrió la tragedia que se ha cobrado de momento la vida de tres españolas, dijeron a Efe que la zona «no está muy accesible» y que las brigadas de búsqueda están «batallando bastante» para llegar al cuarto cadáver, avistado desde un helicóptero esta mañana.
El cuerpo fue encontrado en el punto conocido como Alto Reforma, en el municipio de Ébano, a 80 kilómetros del accidente, y las autoridades mexicanas están «seguras» que es el de Espasa, de 26 años, estudiante de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Cataluña.
Los socorristas hicieron un primer intento de llegar al cadáver a través de una pequeña parcela, propiedad de un campesino, pero la zona se encuentra completamente inundada, y hay troncos de árboles y escombros arrastrados por la furia del río.
Ahora las brigadas de rescate intentan rodear la zona «para poder meter lanchas» desde otro lugar, lo que todavía no logran hacer porque por el caudaloso río, que se ha desbordado en muchos puntos, bajan muchos desechos que impiden la navegación.
«No podemos afirmarlo pero sí podemos casi asegurar que se trata de él porque no tenemos reporte de ningún desaparecido en la zona», indicó en declaraciones a la prensa el titular de Protección Civil en San Luis Potosí, Gerardo Cabrera.
«Tenemos confianza de que sea el último cuerpo y esperamos que lo identifique su familia», sostuvo el funcionario, que durante 6 días encabezó la búsqueda.
Por su parte, Antonio Casado, representante de la Embajada española en México, dijo a Efe que el reconocimiento del cuerpo se tendrá que realizar por medio de los datos y la descripción física proporcionada por la familia de Espasa, que no viajó a territorio mexicano desde España.
Casado indicó que si el reconocimiento del fallecido se dificulta por el estado en el que se encuentra el cuerpo tras permanecer seis días en el agua, se deberán realizar pruebas de ADN.
El diplomático indicó que ninguno de los cadáveres ha sido repatriado todavía a España pero el procedimiento «ya está en marcha».
Espasa, natural de la ciudad de Lleida, viajaba con Bernat Palau y Aina Frau, los dos supervivientes españoles del accidente, que ya regresaron a España.
Hasta ahora han sido hallados los cadáveres de Neus y Núria Terradas e Irene Carbó Xitre, todas ellas procedentes de la población gerundense de Cassà de la Selva, en el noreste de España.
El grupo de seis españoles, acompañados por un guía y un barquero, que permanecen detenidos por estos hechos, sufrieron la semana pasada el accidente cuando intentaban cruzar en una barca a motor el río Tanchachín, para visitar la famosa cascada de Tamul, si bien las autoridades mexicanas habían prohibido la navegación en la zona por las intensas lluvias.
Los jóvenes habían sido advertidos en la oficina de turismo del municipio de Aquismón de que la visita a la cascada estaba prohibida por las condiciones meteorológicas pero fueron abordados por un supuesto guía turístico que les prometió llevarlos por una ruta segura.