El Senado de EE.UU. aprobó el jueves, en un esfuerzo bipartidista y justo antes del receso de verano del Congreso, una partida de 600 millones de dólares en fondos adicionales para mejorar la seguridad en la frontera con México.
La medida, promovida por el senador demócrata Charles Schumer, proporcionaría fondos para costear la compra de más aviones no tripulados y la contratación de 1.500 nuevos agentes federales para patrullar la frontera suroeste, entre otras medidas.
La Cámara de Representantes aprobó la semana pasada una medida similar con una partida de 701 millones de dólares en fondos de emergencia para la seguridad fronteriza.
Ahora se deben aunar las dos versiones antes de que el proyecto pueda ser enviado al presidente Barack Obama para que lo promulgue.
La iniciativa del Senado elevaría las tasas a empresas que contratan a personal extranjero con base en programas de visados de EE.UU., tales como el H-1B para trabajadores temporales cualificados, o visas «L» para transferencias de empleados entre compañías.
El resumen del proyecto explica que se aumentaría en 2.000 dólares por visado la tasa que tendrían que pagar las firmas.
La iniciativa incluye fondos para 1.000 nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza, que formarán una «unidad para dar golpes» y servirán para despliegues rápidos, para 250 nuevos agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) y para 250 nuevos agentes de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) en los puntos de entrada.
También permitiría mejorar los sistemas de comunicación entre las distingas agencias de las fuerzas de seguridad.
La legislación, presentada por Schumer y su colega demócrata Claire McCaskill, financiaría además bases operativas a lo largo de la frontera y aviones no tripulados para patrullarla (actualmente hay siete, según el senador).
El senador y ex candidato presidencial por el Partido Republicano, John McCain, quien se unió la semana pasada a su colega de Arizona Jon Kyl a la hora de presentar una medida que creaba fondos de 701 millones de dólares para la seguridad fronteriza, inicialmente rechazó la propuesta, alegando que se quedaba corta.
Sugirió que, entre otras cosas, añadir una partida de 200 millones de dólares para apoyar la Operación «Streamline», un programa que se inició bajo el Gobierno de George W. Bush (2001-2009) y que establece condenas de prisión de hasta seis meses por la primera entrada ilegal y de hasta 20 años si entra de nuevo a Estados Unidos.
Aun que Schumer dijo que no podía aceptar las enmiendas de McCain, el senador por Arizona accedió a apoyar el proyecto de ley.
«Creo que tenemos mucho más que hacer, pero esto contribuye a nuestro esfuerzo de mejorar la seguridad fronteriza», dijo.
La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, agradeció al Senado la aprobación de la medida, y dijo que los recursos humanos y materiales que permitirá desplegar en la frontera son «importantes para mejorar la capacidad de luchar contra organizaciones criminales trasnacionales y reducir el tráfico ilegal de personas, drogas, dinero y armas».
«Durante los últimos dieciocho meses, esta administración ha dedicado un número sin precedente de personal, tecnología y de recursos a la frontera y seguiremos tomando medidas decisivas para derrotar a organizaciones criminales y a las redes que éstos explotan», dijo en un comunicado.
Napolitano animó además a la Cámara de Representantes a «actuar rápidamente» y sacar adelante el proyecto de ley.