Fidel Castro volvió hoy a la Asamblea Nacional de Cuba después de cuatro años para pedir al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que evite una guerra nuclear, con un discurso en el que no mencionó temas sobre la situación interna de la isla.
Vestido de verde olivo pero sin distintivos militares, el ex presidente cubano reapareció este sábado en el Parlamento caminando del brazo de un asistente y en medio de una fuerte ovación de los diputados, al inicio de una sesión en la que estuvo presente su hermano y presidente del país, Raúl Castro.
Leyó seguidamente un mensaje al Parlamento -de pie y tras un atril- donde insistió en su tesis sobre el peligro que amenaza al mundo por la posibilidad de una guerra nuclear derivada de la tensión de Estados Unidos e Israel con Irán.
En su discurso inicial, de unos doce minutos, Fidel Castro no hizo mención alguna a temas de política interna, como ha sido la tónica de sus intervenciones desde que reapareció públicamente, hace hoy exactamente un mes.
Sobre la posible guerra nuclear que ha centrado los mensajes de su retorno público, introdujo un nuevo matiz al hablar de que existe una «profunda esperanza» para que no se produzca un conflicto cuya responsabilidad correspondería «en solitario», según dijo, al presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
«Un hombre tendrá que tomar la decisión en solitario, el presidente de Estados Unidos», dijo Fidel Castro, quien propuso la necesidad de persuadir a Obama, y con urgencia, para que evite esa guerra.
En su opinión, la «ventaja» de Obama respecto a anteriores mandatarios estadounidenses, es que no es un «cínico» como Richard Nixon, ni un «ignorante» como Ronald Reagan.
Aprovechó también para hablar de Gerardo Hernández, uno de los cinco cubanos presos en Estados Unidos tras ser condenados por espionaje cuya salida de una celda de castigo esta semana interpretó como «un hecho que no se había producido en 12 años de implacable odio del sistema contra Cuba y contra él».
Después de su mensaje se abrió un turno de preguntas e intervenciones de diputados que Fidel Castro escuchó y contestó ya sentado al lado del presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, en un lugar distinto al que solía ocupar en la Asamblea antes de caer enfermo en 2006.
Por primera vez desde el retorno público de Fidel se ha podido ver a los hermanos Castro en el mismo acto, pero se sentaron en sitios separados en la presidencia del plenario. Tampoco conversaron entre ellos durante la reunión parlamentaria.
El resto de la sesión -que en total duró poco más de hora y media- estuvo dedicada a las preguntas e intervenciones de los diputados cubanos, muchos de los cuales manifestaron su alegría por la presencia del «comandante en jefe» al que incluso felicitaron por adelantado por su cumpleaños (Fidel Castro cumplirá 84 años el 13 de agosto).
El ex presidente contestó a los interrogantes de los parlamentarios -a algunos de ellos con un simple monosílabo-, y les encomendó la tarea de responder a varias preguntas sobre si Estados Unidos retrocederá en la idea de registrar a buques mercantes iraníes o si Teherán resistirá a los norteamericanos.
La intervención de Fidel Castro en la Asamblea cubana es la primera desde mediados de 2006, el año en que cayó gravemente enfermo y delegó provisionalmente el poder en su hermano Raúl, quien quedó confirmado como presidente en febrero de 2008.
Cuatro años después, el ex presidente ha retornado a la vida pública con una serie de visitas a diversas instituciones y reuniones con varios sectores, que comenzó el pasado 7 de julio, hace justo un mes.
En las últimas cuatro semanas ha tenido tiempo incluso de presentar un libro sobre la victoria en 1958 de su ejército rebelde contra las tropas del dictador Fulgencio Batista, al que seguirá, según confirmó hoy, una segunda parte.
La sesión extraordinaria que ha celebrado la Asamblea de Cuba este sábado fue solicitada por el propio Fidel Castro, que sigue siendo el primer secretario del gobernante Partido Comunista y también diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
La reunión fue transmitida en vivo por varios canales estatales de radio y televisión y asistieron como invitados embajadores y representantes del cuerpo diplomático acreditado en La Habana, entre otros.
También acompañó al ex presidente en su reaparición parlamentaria su esposa Dalia Soto del Valle.