El Departamento de Estado insistió hoy tanto en las cualidades de Larry Palmer para ocuparse del «reto» de la embajada de EE.UU. en Venezuela como en la importancia de la diplomacia y la comunicación para resolver las diferencias entre ambos países.
El Gobierno estadounidense reaccionó así a las declaraciones del domingo del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien dijo que no aceptará a Palmer como nuevo embajador de Estados Unidos en Caracas por haber dicho al Senado de su país que la moral de las Fuerzas Armadas de Venezuela era baja.
Igualmente habló de la necesidad de que ese país andino investigue la presunta presencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en su territorio.
El Departamento de Estado rechazó hoy que Palmer no sea la persona adecuada para ocupar el puesto de embajador en Caracas y que se haya «inhabilitado» al hacer esas afirmaciones, como dijo Chávez en su programa dominical «¡Aló Presidente!».
«El presidente (Barack) Obama ha elegido a Larry Palmer para este reto precisamente por sus cualificaciones excepcionales y su destacado profesionalismo», indicó a Efe el portavoz de la Oficina para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Charles Luoma-Overstreet.
Estados Unidos aún no ha recibido una notificación oficial del Gobierno venezolano sobre el rechazo de Palmer para sustituir a Patrick Duddy, pero subrayó la importancia de que haya un embajador en Caracas para que ambos países puedan resolver sus diferencias.
«Creemos en la importancia de la diplomacia para mantener la comunicación y ayudar a resolver las diferencias bilaterales», afirmó Luoma-Overstreet, quien expresó así la esperanza del Gobierno de EE.UU. de que este asunto se resuelva y Palmer pueda hacerse cargo de la legación en Caracas.
Palmer hizo sus declaraciones en un cuestionario que le había enviado el senador Richard Lugar, el republicano de mayor rango en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, y cuyas respuestas fueron divulgadas la semana pasada.
Lugar le envió ese cuestionario con 12 preguntas para medir su idoneidad en el cargo, después de que las declaraciones cautelosas de Palmer aparentemente no impresionaran a los senadores durante su reciente audiencia de confirmación.
Ya el pasado jueves, el Departamento de Estado respaldó a Palmer afirmando que comparte las «preocupaciones» del embajador designado sobre los posibles vínculos entre ese país suramericano y las FARC.
El pasado jueves, Chávez dijo que las afirmaciones de Palmer «casi» lo inhabilitaban para asumir el cargo, antes de afirmar el domingo que se inhabilitó y pedir a Obama que busque otro candidato.
«¿Cómo crees Obama que voy a aceptar ese embajador? Lo mejor es que lo retires. No insistas, él mismo se inhabilitó. Te lo pido, no puede venir», dijo Chávez.
Con sus declaraciones Palmer «rompió todas las reglas de la diplomacia, metiéndose con nosotros e, incluso, con la Fuerza Armada, quizá para buscar el aplauso de los senadores», consideró Chavez.
La semana pasada, la cámara alta confirmó en bloque a varios embajadores de Estados Unidos, incluyendo a los designados para Colombia, Perú y Chile, pero en la lista no figuraba Palmer, por lo que su votación definitiva se realizará después del receso legislativo de agosto.