Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, Hugo Chávez, se reunieron hoy en la caribeña Santa Marta bajo el compromiso de recomponer lo más pronto posible las relaciones diplomáticas.
Santos y Chávez iniciaron un encuentro que se vaticina largo pasadas las 14.00 hora local (19.00 GMT), en un ambiente cordial que sólo tiene un objetivo: restablecer los lazos que Venezuela rompió el pasado 22 de julio cuando todavía gobernaba en Colombia Álvaro Uribe.
El lugar elegido fue la ciudad de Santa Marta, en el norte de Colombia, y en concreto la Quinta San Pedro de San Pedro Alejandrino, un lugar lleno de simbolismo porque allí murió El Libertador Simón Bolívar.
El primero en llegar fue el presidente colombiano, quien en el mismo aeropuerto dijo sentirse «muy optimista».
«Estamos aquí, en esta histórica ciudad y vamos a un sitio igualmente histórico para buscar que las relaciones entre dos países hermanos, como son Venezuela y Colombia, se puedan restablecer sobre bases firmes y perdurables», aseveró Santos.
Agregó: «haremos todo lo que está a nuestro alcance para que así sea, buscaremos todos los mecanismos para que las relaciones se mejoren y normalicen».
Y es que el nuevo mandatario colombiano, que lleva sólo tres días al frente del Gobierno, se ha planteado como prioridad salvar la relación diplomática y comercial con Venezuela, para lo que favoreció el encuentro de hoy con Chávez.
Poco después llegó al aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta Chávez, quien lo primero que hizo fue dirigirse a la nueva canciller colombiana, María Ángela Holguín, para entregarle, entre sonrisas, un manojo de rosas rojas.
Vestido con una llamativa chaqueta con los colores de la bandera venezolana, Chávez pronunció después las palabras más esperadas: «venimos con la voluntad y el corazón por delante, con el amor por delante, para comenzar pacientemente a reconstruir lo que fue desmoronado».
«Vengo a ratificar mi amor eterno, después de los avatares, por Colombia. Queremos construir la paz entre nosotros, cueste lo que cueste» porque «todos nuestros caminos deben conducir hacia paz», resaltó Chávez al citar las palabras de Bolívar.
El mandatario venezolano se dirigió luego a la Quinta de San Pedro Alejandrino, hoy convertida en museo, para encontrarse con Santos, pero lo hizo con retraso, ya que decidió detener la comitiva en su camino desde el aeropuerto para saludar a los residentes de un barrio pobre, donde se tomó un tiempo para alzar en brazos a algunos niños.
Esta parada, unida al retraso con el que llegó su avión procedente de Caracas al aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta, provocó que toda la agenda oficial se retrasara.
Finalmente, se encontró con Santos y volvió a recibir honores militares antes de comenzar la esperada reunión, a la que está previsto se unan los cancilleres de los dos países, el venezolano Nicolás Maduro y la colombiana Holguín.
Después se sumará el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el ex presidente argentino Néstor Kirchner, mediador en esta crisis diplomática y quien se encuentra en Colombia desde el pasado viernes.
Chávez rompió relaciones con Colombia después de que el entonces Gobierno de Uribe denunciara ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la presencia de guerrilleros en territorio venezolano.
Si bien tomó la decisión formal ese día, los lazos diplomáticos y comerciales con Colombia los había paralizado el año pasado, a raíz de su discrepancia con el acuerdo militar que firmó el Gobierno de Bogotá con Washington y por el que los estadounidenses pueden usar hasta siete bases militares colombianas para la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
Hoy, los empresarios colombianos expresaron su satisfacción por esta crucial reunión ya que desde que se paralizaron los lazos se han perdido decenas de miles de empleos en la frontera y las exportaciones a Venezuela han caído en picado.
Y es que las cifras hablan por sí solas: frente a los casi 2.700 millones de dólares que Colombia exportó a Venezuela en el primer semestre de 2009, entre enero y junio de este año apenas han alcanzado los 760.000 dólares, lo que supone una caída superior al 71%.