El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha señalado que con las FARC no dialogará mientras no abandone las armas y cese sus acciones
«No, gracias«. Esta ha sido la respuesta de los narcoterroristas de las FARC a la oferta del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos de deponer las las armas y desmovilizarse.
En un comunicado difundido este domngo, el Secretariado del Estado Mayor Central de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha asegurado que, tras más de cuatro décadas de lucha, no va a desistir ni a aceptar «una falsa paz«, y ha elogiado su líder Jorge Briceño Suárez, alias Mono Jojoy, muerto en un operativo militar hace dos semanas.
«A los que hoy desde el gobierno, ebrios de triunfalismo nos conminan a la rendición, les respondemos con las mismas palabras que el comandante Jorge Briceño le dirigiera al general retirado Padilla de León (Freddy, ex jefe de las Fuerzas Militares), en enero de 2010, en respuesta a una exigencia similar«, dicen las FARC en el comunicado difundido por la agencia Anncol, que habitualmente divulga por Internet documentos, entrevistas y proclamas de esa guerrilla.
«¿Qué poco nos conoce usted señor Padilla de León: con toda sinceridad, sin odios ni resentimientos y con el respeto que todo revolucionario profesa por sus adversarios, le respondo: No, muchas gracias, general».
El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, almirante Edgar Cely, ha lamentado esta respuesta:
«Creo que están perdiendo una gran oportunidad. Estoy convencido de eso y el señor presidente ha sido muy claro: habrá la fuerza de la ley, la puerta del Estado como tal, o la razón».
«Vil Asesinato»
En el comunicado, las FARC han calificado la muerte del Mono Jojoy -frío asesino, secuestrador y responsable de cientos de cadáveres el pasado 22 de septiembre como «un vil asesinato, una masacre ejecutada a mansalva y sobre seguro por un Estado terrorista subordinado a los dictados de Washington«.
«Contra el comandante Jorge Briceño fue concentrado todo el fuego y todo el odio de una casta dominante criminal, de ultraderecha, que por décadas ha ensangrentado y empobrecido al país».
Según las FARC, en los combates posteriores al bombardeo, «el resultado en tierra fue de 30 militares muertos y 70 heridos«.
El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha señalado que con las FARC no dialogará mientras no abandone las armas y cese sus acciones.
Las FARC reconocen que Colombia necesita emprender un proceso de reconciliación y acuerdos de paz:
«Pero no será a través de una paz falsa donde una minoría oligárquica continúa acaparando todas las riquezas, a tiempo que las grandes mayorías nacionales quedan aplastadas por el peso de la pobreza, el terror militarista, la miseria y la degradación moral de una clase dirigente corrupta hasta los tuétanos».
«Nosotros estamos en mora de sentarnos a conversar en serio para dirimir nuestras diferencias, mediante el intercambio civilizado de opiniones hacia la solución definitiva de las causas políticas, económicas y sociales generadoras del conflicto interno, para bien de las futuras generaciones de compatriotas».